Rue20 Español/El Aaiún
Marruecos celebra, hoy sábado, el 81.º aniversario del Manifiesto de la Independencia, un documento fundamental que cristalizó la lucha del pueblo marroquí contra el colonialismo y sentó las bases para la soberanía nacional.
Este día, grabado en la memoria colectiva, es un símbolo de unidad, coraje y determinación.
El 11 de enero de 1944, 67 figuras destacadas de la resistencia, incluyendo a una mujer, firmaron el Manifiesto, un acto audaz que desafió el protectorado francés y español, vigente desde principios del siglo XX.
El documento exigía la independencia bajo el liderazgo del entonces Sultán Mohammed Ben Youssef (futuro Rey Mohamed V) y una reforma interna basada en los principios de la Shura (consulta), garantizando los derechos de todos los ciudadanos.
La firma del Manifiesto representó un punto culminante en una larga lucha por la libertad, marcada por levantamientos populares, resistencia armada, especialmente en el Medio Atlas, el Norte y el Sur del país, y reivindicaciones políticas constantes.
La oposición al decreto colonial de 1930 y las demandas de reformas en 1934 y 1936 fueron algunos de los hitos en este camino hacia la independencia.
El difunto Rey Mohamed V, considerado el padre de la nación, jugó un papel crucial en la movilización del pueblo marroquí.
Desde su ascensión al Trono en 1927, inspiró la resistencia y articuló las aspiraciones de independencia.
La Conferencia de Anfa en 1943, donde el Sultán planteó la cuestión de la independencia, fue un momento clave.
Su llamamiento resonó incluso en potencias internacionales como Estados Unidos, que reconocieron la legitimidad de la causa marroquí.
El regreso del Sultán Mohamed V a Tánger en 1947, tras el exilio impuesto por las autoridades coloniales, reafirmó la fuerza del movimiento nacionalista.
Este período de intensa movilización culminó con el regreso triunfal del Sultán y la proclamación de la independencia en 1956.
La conmemoración del 81 aniversario del Manifiesto de la Independencia no es solo un recuerdo del pasado, sino una reafirmación de los valores de soberanía y unidad que forjaron la identidad nacional.
Es un homenaje al sacrificio de quienes lucharon por la libertad y una invitación a las nuevas generaciones a preservar este legado y a continuar construyendo un Marruecos soberano y unido.