Rue20 Español/Dajla
El regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos significaría mayor apoyo a la soberanía marroquí sobre el Sáhara, incluyendo la posible apertura de un consulado en Dajla y un aumento de las inversiones estadounidenses.
Un análisis reciente publicado por el Instituto de Washington para la Política del Cercano Oriente prevé que, con la próxima toma de posesión de la administración del presidente estadounidense Donald Trump, hay razones para creer que se tomarán medidas concretas para reforzar el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara.
El análisis prevé que la nueva administración abra un consulado en la ciudad de Dajla, tal y como se prometió en 2020 (se creó una presencia consular, pero siguió siendo virtual).
El regreso de Trump también podría abrir lucrativas oportunidades de inversión para las empresas estadounidenses.
El análisis, titulado Las relaciones entre la UE y Marruecos: Entre el derecho y la política, elaborado por la investigadora Souhire Medini, señala que «a pesar de que Washington firmó un acuerdo de libre comercio con Marruecos hace dos décadas y no existen actualmente obstáculos legales para la inversión extranjera directa en el Sáhara, el auge previsto de la inversión estadounidense nunca se ha materializado».
La misma investigadora opina que cualquier evolución en las relaciones económicas con Estados Unidos estará necesariamente limitada por el hecho de que la UE es el mayor socio comercial de Marruecos y, con diferencia, su mayor inversor extranjero, debido a la proximidad geográfica y a otras razones.
Según la misma analista, «si Washington y sus socios europeos no logran resolver los conflictos en curso sobre los derechos comerciales y el Sáhara marroquí, podrían dejar espacio para que Rusia y China consoliden su influencia en el Reino».
Afirma que «aunque la participación de Marruecos con Moscú y Pekín ha sido tradicionalmente limitada, el fallo del Tribunal de Justicia de la UE podría empujar al reino a los brazos de estos competidores…»; y añade: «Han estado trabajando silenciosamente para promover sus intereses en Marruecos, incluido el Sáhara, apuntando a los recursos locales e invirtiendo en el sector pesquero costero».
Como ejemplos, Souhire Medini menciona la reciente renovación por parte de Rusia de un acuerdo de pesca de cuatro años con Rabat, mientras que China probablemente aumentará su presencia en las costas marroquíes en virtud del Memorando de Entendimiento de 2023 sobre pesca marítima.
Pekín también aspira a invertir en proyectos de hidrógeno verde en las provincias del Sáhara marroquí, habiendo firmado un memorando de cooperación en 2023 con la empresa marroquí Gaia Energy y la empresa saudí Ajnan Brothers.