Rue20 Español/Casablanca
La estrategia económica de Marruecos está en marcha, y los resultados empiezan a hablar por sí solos. Bajo la dirección del gobierno y con el respaldo del nuevo marco de inversión, el país está transformándose en un nodo esencial para atraer inversiones internacionales estratégicas, desde la movilidad eléctrica hasta la producción de equipamiento militar. Esta visión no es improvisada; responde a un plan meticuloso que busca consolidar a Marruecos como un centro competitivo en el escenario global.
El ministro de Inversión, Convergencia y Evaluación de Políticas Públicas, Karim Zidan, lo dejó claro en su intervención en el Parlamento. Desde la implementación del nuevo Pacto de Inversión, Marruecos ha aprobado 171 proyectos que representan una inversión total de 94 mil millones de dirhams, de los cuales un 30 % proviene de 18 países extranjeros. Más allá de los números, estas iniciativas generarán más de 54 mil empleos, impulsando sectores clave para la economía nacional.
Sin embargo, el enfoque marroquí no se limita a la inversión extranjera. El gobierno, siguiendo las directrices reales, está comprometido con la integración de la diáspora marroquí en este modelo de desarrollo. Marruecos busca atraer capital de sus ciudadanos en el extranjero y, además, ofrecerles herramientas eficaces y plataformas innovadoras, incluidas aquellas basadas en inteligencia artificial, para facilitar su contribución al crecimiento del país. Es un mensaje claro: Marruecos reconoce el valor estratégico de su diáspora como puente entre culturas, mercados y oportunidades.
Además, el país ha lanzado iniciativas internacionales para promocionar su atractivo como destino de inversión. Estas giras no son solo vitrinas; son espacios para conectar con grandes corporaciones y establecer alianzas que, a largo plazo, posicionarán a Marruecos como un referente regional e internacional.
El contexto global exige flexibilidad y visión, y Marruecos está mostrando ambas. Con un plan que abarca desde la mejora del clima empresarial hasta la modernización de su infraestructura legal y tecnológica, el gobierno ha puesto en marcha un 83 % de las iniciativas estratégicas planeadas para el periodo 2023-2026.
Este esfuerzo sistemático desbloquea barreras para los inversores mientras establece las bases para una economía sostenible, dinámica y diversificada.
La apuesta de Marruecos por sectores emergentes como la movilidad eléctrica o la producción de equipos de defensa es prueba de que el país entiende las demandas de la economía global actual. Pero lo más destacable es que lo hace con una estrategia que prioriza tanto los beneficios económicos inmediatos como la creación de empleo y el desarrollo sostenible.
En un mundo cada vez más competitivo, Marruecos avanza con pasos firmes hacia un futuro prometedor, demostrando que, con visión y determinación, es posible construir un modelo económico que combine ambición y sostenibilidad.