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El sector automovilístico marroquí muestra una notable resistencia a pesar de un contexto económico globalmente incierto marcado por crisis geopolíticas, el aumento de los precios de los combustibles y unas condiciones de acceso al crédito cada vez más estrictas.
Esta solidez se refleja en cifras impresionantes, tanto en el mercado de vehículos nuevos como de segunda mano.
En cuanto a los vehículos de segunda mano, el año 2024 batió récords con 775.121 transacciones registradas, lo que supone un aumento del 28,5% respecto a 2023.
El segmento de los vehículos particulares representa casi el 72% de este total, con 537.299 unidades vendidas, mientras que los vehículos comerciales ligeros (VUL) alcanzaron las 237.722 transacciones, con un aumento del 21%.
Esta dinámica excepcional se explica por la accesibilidad financiera de los vehículos de segunda mano, su disponibilidad inmediata y la variedad de modelos, a menudo ausentes en los concesionarios locales.
Sin embargo, el mercado sigue estando dominado en gran medida por la informalidad, con sólo el 2% de las transacciones realizadas a través de circuitos organizados, a pesar de los crecientes esfuerzos por estructurar este sector.
Paralelamente, el mercado de vehículos nuevos también está experimentando un repunte. Los coches urbanos y los SUV dominan las ventas, gracias a una oferta diversificada y adaptada al poder adquisitivo de los marroquíes.
El segmento premium también está progresando, con un crecimiento del 7%, mientras que los vehículos eléctricos; aunque modestos en cuota de mercado, muestran un espectacular aumento del 54%.
En las grandes ciudades marroquíes, la demanda sigue creciendo, excepto en Agadir, donde el mercado se mantiene estable debido a un menor interés por los monovolúmenes.
Además, el sector turístico, en fuerte crecimiento, está impulsando las ventas de los alquiladores, que ahora representan un tercio del mercado, con algunas marcas que alcanzan el +50% en este segmento.
Para acompañar estos cambios, se han puesto en marcha iniciativas estructurales. Entre ellas, una plataforma de la NARSA que permite verificar online la situación jurídica de los vehículos de segunda mano. Este dispositivo contribuye a reducir los fraudes y a reforzar la transparencia de las transacciones.
Por otra parte, los concesionarios están multiplicando las filiales especializadas en vehículos de ocasión, ofreciendo garantías que seducen a una clientela cada vez más exigente.
En un sector en plena transformación, el mercado automovilístico marroquí, tanto de vehículos nuevos como de segunda mano, ilustra un alcance dinámico a través de la innovación, la adaptación a las necesidades locales y una organización progresiva, abriendo el camino a un crecimiento sostenible.
