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Jean-Marie Le Pen, fundador del Frente Nacional y figura central de la extrema derecha francesa, falleció el 7 de enero de 2025 a los 96 años. Su muerte cierra un capítulo político marcado por el nacionalismo, la polémica y una profunda división en la sociedad francesa.
Nacido el 20 de junio de 1928 en La Trinité-sur-Mer, Bretaña, Le Pen se destacó por su oratoria incendiaria y su firme oposición a la inmigración. En 1972, fundó el Frente Nacional, partido que se convirtió en el estandarte de las ideas nacionalistas y antiinmigración en Francia. Su liderazgo llevó al partido a su momento más álgido en 2002, cuando alcanzó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales frente a Jacques Chirac, un evento que conmocionó a la opinión pública francesa.
No obstante, la figura de Le Pen fue profundamente divisiva. A lo largo de su carrera, acumuló múltiples condenas por antisemitismo e incitación al odio racial, lo que lo colocó en el centro de numerosas controversias. En 2011, su hija Marine Le Pen tomó las riendas del partido, rebautizándolo como Agrupación Nacional y tratando de distanciarse de las posturas más extremas de su padre, lo que culminó en la expulsión de Jean-Marie del partido en 2015.
La influencia de Le Pen en la política europea va más allá de las fronteras de Francia. Su retórica y su éxito electoral sentaron las bases para el auge de movimientos populistas y de extrema derecha en Europa. Sin embargo, su legado también deja una Francia dividida, donde los debates sobre identidad nacional, inmigración y soberanía siguen siendo temas centrales.
Con su fallecimiento, se abre una reflexión sobre el impacto de su trayectoria política y el futuro del populismo en Europa. Jean-Marie Le Pen representa un ejemplo de los retos y tensiones que enfrenta el continente en su búsqueda de cohesión y progreso.
