Rue20 Español/Rabat
Como parte de su estrategia para fortalecer sus capacidades defensivas y mantenerse al día con los últimos avances tecnológicos militares, Marruecos ha expresado su interés en adquirir aviones de ataque ligeros L-15 Falcon de fabricación china.
Estos aviones reemplazarían a los antiguos Alpha Jet que han servido a la Fuerza Aérea marroquí durante varias décadas.
Los informes de los medios marroquíes e internacionales especializados señalan que los Alpha Jet, que entraron en servicio a finales de la década de 1970, desempeñaron un papel crucial en el entrenamiento de pilotos marroquíes y en la realización de misiones de ataque ligero.
Sin embargo, los recientes avances militares han limitado su rendimiento, lo que ha llevado a Marruecos a buscar opciones más avanzadas.
Marruecos recibió 24 aviones Alpha Jet entre 1979 y 1981, que se utilizaron principalmente para contrarrestar los intentos del Frente Polisario en el Sáhara marroquí. Sin embargo, estos aviones requieren ser reemplazados para satisfacer las exigencias de las operaciones militares modernas.
Los Alpha Jet, desarrollados en colaboración entre las empresas francesas Dassault Aviation y alemanas Dornier, están equipados con dos motores SNECMA Turbomeca Larzac y tienen una capacidad de carga de 2500 kg de municiones. Sin embargo, carecen de los sistemas electrónicos modernos necesarios para las operaciones contemporáneas.
El L-15 Falcon, desarrollado por la empresa china Hongdu Aviation Industry Corporation y que entró en servicio en 2013, se presenta como una opción más avanzada gracias a sus motores ucranianos AI-222K-25F y su alta velocidad. Estas características hacen que Marruecos se incline por su adquisición.
El avión chino también cuenta con un radar PESA, una cabina de mando totalmente digital, sistemas fly-by-wire y una capacidad de carga de hasta 3500 kg en nueve puntos de anclaje, lo que le permite transportar misiles como el SD-10 y el PL-8, así como bombas guiadas por satélite.
El interés de Marruecos por estos aviones también se enmarca en el contexto del fortalecimiento de la cooperación militar con China.
El Reino ya había adquirido de Pekín sistemas de defensa avanzados, como el sistema de defensa aérea FD-2000B, los lanzacohetes AR2 y los drones Wing Loong 2.
Esta tendencia refleja la profundidad de las relaciones bilaterales entre Marruecos y China, que han experimentado un notable desarrollo en los últimos años, especialmente tras la firma del acuerdo para la ejecución de la iniciativa «Belt and Road» en enero de 2022. Este acuerdo convirtió a Marruecos en el primer país del norte de África en unirse a la iniciativa.
El deseo de Marruecos de adquirir este modelo de avión de combate chino coincide con las informaciones que apuntan a que el país está cerca de obtener los cazas F-35 estadounidenses, considerados como uno de los aviones militares más avanzados del mundo.
Los informes señalan que el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca acerca a Marruecos a la obtención de estos aviones con la mediación de Israel, especialmente en el contexto de las relaciones diplomáticas que unen a Rabat y Tel Aviv.
Estas relaciones se han fortalecido gracias a la mediación de Trump, que en 2022 dio lugar a un acuerdo trilateral entre Marruecos, Estados Unidos e Israel.
Este acuerdo tuvo como resultado la reanudación de las relaciones plenas de Marruecos con Israel, el reconocimiento de Estados Unidos de la soberanía de Marruecos sobre el Sahara y la facilitación de acuerdos de armamento entre las tres partes.