Rue20 Español/Rabat
Marruecos ha cerrado 2024 afianzando su papel como actor económico clave en el escenario internacional.
Su estrategia de diversificación de alianzas, combinada con la consolidación de relaciones históricas, ha dado sus frutos, atrayendo inversiones estratégicas de Europa, Asia y América. El polo industrial de Tánger se erige como un ejemplo palpable de este éxito.
La Unión Europea (UE) continúa siendo el principal socio económico del país, con Francia liderando la inversión extranjera.
La visita oficial del presidente Emmanuel Macron en 2024 selló numerosos acuerdos en energía, infraestructuras y educación, reforzando la colaboración bilateral.
Sin embargo, España mantiene su posición como principal socio comercial de Marruecos, destacando el intercambio bilateral en productos agrícolas, textiles y automoción.
Alemania e Italia también incrementan su presencia en energías renovables e industria manufacturera, reflejando el creciente interés europeo en el mercado marroquí.
Estados Unidos, aliado estratégico consolidado gracias al Acuerdo de Libre Comercio (TLC) de 2006, incrementó significativamente sus inversiones en 2024, particularmente en tecnología, infraestructuras y energía.
La relación bilateral se extiende más allá del comercio, abarcando dimensiones políticas y estratégicas.
La entrada de China en la escena marroquí ha sido significativa. La visita del presidente Xi Jinping en 2024 marcó un hito, con acuerdos estratégicos en la industria automotriz, donde China está invirtiendo masivamente en plantas de producción.
El gasoducto Nigeria-Marruecos y la zona industrial Tanger Tech son ejemplos de la cooperación chino-marroquí, junto con las exportaciones marroquíes de fosfatos a China.
Los países del Golfo también han incrementado su presencia.
Los Emiratos Árabes Unidos lideran las inversiones en sectores inmobiliario, energías renovables y servicios financieros. Arabia Saudí y Catar, aunque con enfoques distintos, mantienen su papel clave en sectores como el energético y el agrícola, respectivamente.
África, pilar fundamental de la diplomacia económica marroquí, ha visto un refuerzo de las inversiones en países como Mauritania, Senegal, Costa de Marfil, Nigeria y Gabón, con proyectos como el gasoducto Nigeria-Marruecos, que busca conectar África Occidental con Europa.
El Reino Unido, tras el Brexit, se ha consolidado como un socio privilegiado, con un crecimiento del comercio bilateral, especialmente en los sectores agrícola e industrial. Marruecos se sitúa entre los principales exportadores de hortalizas frescas al Reino Unido.
Finalmente, India y Turquía mantienen su importancia como socios comerciales, con la primera destacando en la importación de fosfatos y fertilizantes, y la segunda en el sector textil y de productos manufacturados.
En resumen, la estrategia de diversificación de Marruecos le ha permitido consolidar su posición como un centro regional clave, conectando Europa, África, América y Asia.
La colaboración con España, como principal socio comercial, sigue siendo fundamental en este contexto de crecimiento económico y expansión internacional.
El año 2024 ha sentado las bases para un futuro prometedor, con Marruecos a la vanguardia de las iniciativas económicas regionales y mundiales.
