Rue20 Español/Rabat
Marruecos ha escalado al octavo puesto en el Índice de Desempeño en materia de Cambio Climático (IPCC) de 2025, un reconocimiento a sus esfuerzos en la mitigación del cambio climático y la transición hacia las energías renovables.
El informe, elaborado por Germanwatch, NewClimate Institute y Climate Action Network, evalúa a 63 países y la Unión Europea, abarcando más del 90% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero.
El notable ascenso de Marruecos se debe a una significativa reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero, obteniendo una calificación «alta» en esta categoría y en la de uso de energía.
Si bien obtuvo una calificación «media» en políticas climáticas y «baja» en energías renovables, el país destaca por su ambicioso objetivo de alcanzar un 52% de energía renovable en su mix eléctrico para 2030, impulsado por grandes proyectos solares y eólicos.
Este progreso, sin embargo, no está exento de desafíos. La dependencia parcial de combustibles fósiles, incluyendo planes para la explotación de gas natural, y la falta de incentivos financieros locales para el sector privado en la producción de energía limpia, frenan una expansión más rápida del sector renovable.
Expertos señalan los elevados costes tecnológicos y la dependencia de la financiación externa como obstáculos importantes.
A pesar de estas limitaciones, Marruecos supera a países tradicionalmente considerados líderes climáticos, como Suecia, Noruega y Dinamarca, en la reducción de emisiones.
Si bien estos países mantienen puntuaciones altas en energías renovables y políticas climáticas, Marruecos se destaca por su desempeño en la mitigación.
El informe destaca el equilibrio que Marruecos busca entre sus objetivos climáticos y el desarrollo económico, un reto compartido por otras naciones como la India (10º puesto) y el Reino Unido (6º puesto).
Mientras la India mantiene un buen desempeño en el uso de energía, el Reino Unido, a pesar de mejorar sus políticas energéticas, enfrenta críticas por sus inversiones en combustibles fósiles.
Para consolidar su posición, Marruecos debe abordar ciertas deficiencias. Entre ellas, se encuentran el refuerzo de incentivos financieros para proyectos de energías renovables, la mejora de capacidades técnicas e institucionales, la implementación de mecanismos de fijación de precios del carbono y un mayor apoyo a la adaptación del sector agrícola a la escasez de agua mediante técnicas de riego modernas y prácticas sostenibles.
El éxito de Marruecos se basa en una mejor gestión de recursos y una visión nacional de transición energética progresiva. Marruecos asciende al 8.º el