Rue20 Español/Rabat
El Paris SG de Achraf Hakimi ganó su 13º Trofeo de Campeones al derrotar al AS Monaco de Eliesse Ben Seghir (1-0) el domingo en Doha, gracias a un gol justo antes del pitido final de Ousmane Dembélé, que permite a su equipo empezar bien un crucial mes de enero.
París, soberano en la Ligue 1, tiene en su punto de mira los partidos decisivos para su futuro en la Liga de Campeones, el 22 y el 29 de enero contra el Manchester City y en Stuttgart.
Dembélé no siempre es el delantero más ejemplar, entre fallos ante la portería y una actitud a veces displicente, hasta el punto de provocar tensiones con Luis Enrique en la primera parte de la temporada.
Pero acaba de hacerle un gran favor a su jefe y a todo el PSG, que durante mucho tiempo se topó con un buen Mónaco, deseoso de vengarse de la derrota en casa del 18 de diciembre en la Ligue 1 (4-2). Porque una derrota del PSG en el país de su propietario habría sentado mal.
Tras la cancelación del evento previsto en China, fue Qatar, el estadio 974 y sus famosos contenedores los que acogieron el encuentro. A pesar de los precios tan atractivos, el recinto no estaba ni mucho menos lleno. Los Ultras de la tribuna Auteuil del PSG no se desplazaron. Pero el emir de Qatar y el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, sí estuvieron presentes.
París jugaba «en su segunda casa», según Luis Enrique, y como lo demostraban los vítores a cada aceleración parisina.
En la primera parte, el PSG retomó sus errores de la primera mitad de la temporada, con un importante desperdicio ofensivo. Ya en el minuto 3, la falta de reactividad de Ousmane Dembélé, colocado como falso 9, puso de manifiesto la ausencia de Gonçalo Ramos, un 9 de verdad, que se quedó en el banquillo.
