Rue20 Español/Rabat
Las declaraciones de Axel Belabassi, líder del Movimiento por la Autonomía de la Cabilia (MAK), han puesto en evidencia, una vez más, las flagrantes contradicciones del régimen militar argelino. Belabassi no ha dudado en señalar que el gobierno argelino promueve una política exterior basada en la hipocresía: mientras defiende un supuesto derecho de autodeterminación en el Sáhara marroquí, reprime con fuerza y sin contemplaciones las legítimas aspiraciones de autodeterminación del pueblo cabilio.
En sus recientes declaraciones, Belabassi destacó que el pueblo cabilio cumple con todas las condiciones internacionales para establecer un Estado independiente, pero el régimen argelino se niega a reconocer su derecho, mostrando un doble discurso evidente. Por un lado, apoya al Polisario, una entidad separatista sin base histórica ni legal; por otro, reprime los movimientos de emancipación dentro de sus propias fronteras. «Esta contradicción desenmascara la verdadera naturaleza de un régimen que utiliza la autodeterminación como herramienta política para desestabilizar a Marruecos, mientras sofoca cualquier intento legítimo de libertad en casa», afirmó el líder cabilio.
Belabassi también subrayó que la represión del pueblo cabilio es un reflejo del aislamiento internacional y la crisis interna que vive el régimen argelino. Según él, Argelia está atrapada en una «tormenta política de la que será difícil salir sin consecuencias». A esta situación se suman las recientes declaraciones del presidente Abdelmadjid Tebboune, quien insultó públicamente al intelectual Boualem Sansal, utilizando calificativos indignos de un jefe de Estado. «Estas palabras no solo desacreditan al presidente, sino que también dañan la dignidad del pueblo argelino», añadió Belabassi.
El líder cabilio dejó claro que el MAK está trabajando para internacionalizar la causa de la Cabilia, buscando el reconocimiento en foros internacionales como la ONU. «Es hora de que el mundo vea las contradicciones de un régimen que apoya causas separatistas fuera de sus fronteras, mientras niega los derechos más básicos dentro de ellas», insistió.
La denuncia de Belabassi evidencia la profunda crisis de legitimidad del régimen argelino y deja al descubierto el doble estándar de su política exterior. Al mismo tiempo que Argelia busca desestabilizar a Marruecos apoyando al Polisario, las legítimas demandas del pueblo cabilio adquieren cada vez mayor fuerza y visibilidad en la escena internacional. La historia registrará cómo el régimen utilizó de manera selectiva el derecho a la autodeterminación como herramienta política, mientras evitaba confrontar las contradicciones internas que lo debilitan.