Rue20 Español/Rabat
Argentina logró la habilitación para exportar carne ovina y caprina a Marruecos, abriendo un nuevo mercado estratégico en el norte de África para los productores nacionales.
Tras negociaciones entre el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), la Secretaría de Agricultura y la Cancillería, el país africano autorizó el ingreso de estos productos, con la condición de que las carnes cuenten con el certificado sanitario y cumplan con el rito de sacrificio Halal, según informan medios argentinos.
Este requisito, fundamental por aspectos culturales y religiosos en Marruecos, abre las puertas a un mercado con alta demanda de carne ovina y caprina, especialmente durante celebraciones religiosas.
Según datos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), el consumo per cápita de carne en Marruecos ronda los 16 kg anuales.
Además, un informe de la FAO indica que el país depende parcialmente de las importaciones para satisfacer la creciente demanda urbana, particularmente en ciudades como Casablanca y Rabat.
La carne argentina, reconocida internacionalmente por su calidad, se presenta como una alternativa competitiva en este escenario.
En lo que va de 2024, Argentina exportó más de 5.000 toneladas de cortes ovinos y caprinos a destinos como Brasil, Catar, Israel, España, Túnez y Países Bajos.
La incorporación de Marruecos como socio estratégico no solo amplía las posibilidades de exportación por su demanda interna, sino también por su potencial como plataforma comercial hacia otros países africanos y del mundo árabe.
La apertura de este mercado se suma a la presencia que ya tenía la carne bovina argentina en Marruecos, consolidando al país sudamericano como un proveedor confiable de productos cárnicos premium.
Además, se abren perspectivas para expandir los envíos a mercados vecinos como Argelia o Egipto, donde la demanda de carne Halal también es significativa.
En 2024, la producción de carne ovina en Argentina alcanzó las 63.500 toneladas anuales, con la región patagónica concentrando más del 70% del stock nacional.
La producción caprina, por su parte, se mantuvo en 10.000 toneladas anuales, impulsada principalmente por las provincias del NOA y Cuyo.
Si bien ambos sectores enfrentan desafíos como la incorporación de tecnología y la diversificación de mercados, la habilitación para exportar a Marruecos representa un importante impulso para su desarrollo y competitividad internacional.
Fuentes del Senasa destacaron la oportunidad que representa este acuerdo, no solo en términos económicos, sino también por la posibilidad de mostrar la calidad y el trabajo de las cadenas pecuarias argentinas.
Asimismo, señalaron que este tipo de acuerdos facilita futuras negociaciones en otras regiones de África y Medio Oriente.
Con la calidad de sus productos y el cumplimiento de los requisitos sanitarios y culturales, Argentina se proyecta como un actor relevante en el mercado global de carnes ovinas y caprinas, con Marruecos como punto de partida para una nueva etapa de crecimiento.
