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El año 2024 ha marcado un hito significativo para la comunidad marroquí en Bélgica: el 60º aniversario del acuerdo bilateral sobre la ocupación de trabajadores marroquíes, firmado el 17 de febrero de 1964.
Este tratado, que sentó las bases para una inmigración masiva desde Marruecos, ha sido conmemorado con una serie de eventos que reflejan la profunda influencia de la diáspora en la sociedad belga y las sólidas relaciones bilaterales entre ambos países.
Si bien la presencia marroquí en Bélgica se remonta a antes de la Segunda Guerra Mundial, el acuerdo de 1964 marcó un punto de inflexión.
Este aniversario ha servido para rendir homenaje a la primera generación de inmigrantes, quienes, a menudo en condiciones difíciles, construyeron una nueva vida en Bélgica, contribuyendo significativamente a su tejido social y económico.
Las celebraciones han abarcado un amplio espectro de actividades. La exposición itinerante «Belgica Biladi: una historia belgo-marroquí», organizada por la Universidad Libre de Bruselas (ULB), ha sido un punto culminante, presentando testimonios, fotografías y archivos que buscan desmontar estereotipos y combatir prejuicios relacionados con la inmigración.
Foros académicos, como el organizado por DIMOBEL (Digital Moroccan Belgian Entrepreneurship Lab), han profundizado en la historia de la inmigración y los desafíos futuros de la cooperación bilateral.
El embajador de Marruecos en Bélgica y el Gran Ducado de Luxemburgo, Mohamed Ameur, ha destacado la importancia de este aniversario no solo como un balance del pasado, sino como una oportunidad para fortalecer la asociación entre ambos países. Ameur ha subrayado la excelencia de las relaciones bilaterales, celebradas en 2021 con el 150º aniversario de sus relaciones diplomáticas, y ha resaltado el papel crucial de la comunidad marroquí —que asciende a varios cientos de miles de personas— en la vida cultural, social, política y económica de Bélgica, manteniendo al mismo tiempo un fuerte vínculo con su país de origen.
El Consulado General de Marruecos en Lieja y el Gran Ducado de Luxemburgo organizó una ceremonia especial, rindiendo homenaje a los trabajadores mineros marroquíes, pioneros de la inmigración y ejemplo del esfuerzo y la contribución de la primera generación.
El cónsul general, Abdelkader Abidine, enfatizó el reconocimiento a estos individuos, quienes han contribuido significativamente a la configuración de Bélgica en los planos demográfico, socioeconómico y cultural.
En resumen, el 60º aniversario del acuerdo de 1964 ha servido como un poderoso recordatorio del rico legado de la diáspora marroquí en Bélgica y de la fortaleza de las relaciones entre ambos países, abriendo un nuevo capítulo en una historia compartida de seis décadas.
