Rue20 Español/ Rabat
Marruecos y Chile presentaron sus experiencias en la gestión de los recursos hídricos, en particular las buenas prácticas que pueden ayudar a hacer frente al estrés hídrico, en una sesión temática celebrada el martes en Rabat sobre el cambio climático y la movilidad internacional.
En su intervención en el Congreso del Futuro, el ministro de Infraestructuras y Agua, Nizar Baraka, se refirió a los esfuerzos realizados por el Reino en el contexto del estrés hídrico, afirmando que Marruecos ha puesto en marcha, de acuerdo con las Altas Direcciones Reales, una estrategia ambiciosa, global e integrada, en particular a través del Programa Nacional de Abastecimiento de Agua Potable y Riego hasta 2027, con un presupuesto de 143.000 millones de dirhams.
Baraka destacó el cambio de enfoque, de la solidaridad entre las zonas rurales y las ciudades para el abastecimiento de agua, a la solidaridad entre las ciudades y las zonas rurales y de montaña, con vistas a promover la justicia espacial en el reparto de los recursos hídricos.
Por su parte, la ministra chilena de Obras Públicas, Jessica López, señaló que su país ha acumulado una experiencia considerable en el ámbito de la desalinización del agua de mar, precisando que desde hace más de 30 años, particularmente en el norte de Chile, se utiliza la desalinización para abastecer de agua potable a la población local.
Sobre el tema de las infraestructuras, añadió que Chile cuenta con un gran número de presas, subrayando la necesidad de construir una red de pequeñas presas para distribuir el agua y mejorar la eficacia de su uso en todo el país sudamericano.
Organizado por el Parlamento marroquí y sus dos Cámaras, en colaboración con la «Fundación de los Encuentros del Futuro», la Cámara de Diputados y el Senado de la República de Chile, el Congreso del Futuro es una oportunidad para que parlamentarios, funcionarios gubernamentales, científicos, investigadores y actores clave intercambien puntos de vista sobre cuestiones que afectan al futuro de la humanidad.
La organización de esta edición en el Reino de Marruecos, por primera vez en un país africano, confirma la posición del Reino como centro de reflexión científica sobre las cuestiones que interesan a los países y pueblos de África y del mundo árabe, así como en el ámbito de la cooperación Sur-Sur.