Rue20 Español/ Fez
El Gobierno argelino convocó al embajador de Francia en Argel, Stéphane Romatet, para transmitir un mensaje severo a su país, advirtiéndole que detenga las maniobras que, según Argelia, atentan contra la estabilidad del país vecino.
Argelia expresó a Romatet «la indignación» de las autoridades por las «provocaciones» y los «actos hostiles» atribuidos a Francia, según informó este domingo el diario oficial argelino Le Moudjahid.
En un tono amenazante, el vecino oriental aseguró que estos actos «no quedarán sin consecuencias», aunque esta declaración aún no ha sido oficializada por el Gobierno argelino ni ha recibido una respuesta por parte de París.
De acuerdo con el diario argelino, esta reunión con el representante de la diplomacia gala en Argel se produjo tras «las graves revelaciones sobre la implicación de la Dirección General de Seguridad Exterior (DGSE) en una campaña de reclutamiento de antiguos terroristas en Argelia con el objetivo de realizar acciones desestabilizadoras».
El asunto es más complejo de lo que aparenta, especialmente tras las tensiones diplomáticas entre Argel y París a raíz de la detención del destacado escritor franco-argelino Boualem Sensal, considerado por el régimen militar como un traidor que atenta contra la integridad territorial del país.
Este caso ya tiene antecedentes. Según el diario digital TSA Algérie, estaría vinculado a un artículo publicado en un medio francés de extrema derecha en el que Sensal admitió que parte del territorio occidental de Argelia formó parte de Marruecos antes de la firma del Tratado de Fez y la entrada del país bajo el protectorado francés.
El escritor fue arrestado bajo el artículo 87 del Código Penal, que contempla «actos terroristas o subversivos contra la seguridad del Estado, la integridad del territorio y la estabilidad de las instituciones». Por este motivo, Sensal podría ser trasladado a un destino desconocido.
En la actualidad, las relaciones entre el Elíseo y el Palacio de El Mouradia atraviesan su peor momento, especialmente tras el reconocimiento del presidente francés a la soberanía marroquí sobre el Sáhara, calificándola como la única solución viable para resolver este conflicto.