Rue 20 Español/Rabat
Las declaraciones de Ferhat Mehenni, líder cabileño y una de las voces más críticas hacia el régimen militar argelino, en la emisora francesa Sud Radio, dejan al descubierto una realidad que ya no puede ser ignorada: el régimen de Argelia no solo amenaza la estabilidad interna del país, sino que su ambición desmedida pone en jaque a toda la región.
Mehenni no duda en calificar al régimen argelino como una «terrible amenaza». En la entrevista señala: «Argelia constituye una terrible amenaza no solo para Francia y Europa, sino también para toda África, a la que quiere regentar». Este diagnóstico refleja la magnitud de las intenciones expansionistas del régimen militar, que no se limita a su entorno inmediato, sino que aspira a imponer su hegemonía en todo el continente.
El líder cabileño desvela el papel desestabilizador de Argelia en el Sahel. Según sus palabras, «los militares argelinos han maniobrado para desestabilizar a Francia en el Sahel, creando grupos como ACMI (Al Qaeda en el Magreb Islámico) y facilitando secuestros en esta región». Estas acciones han agravado la crisis de seguridad en África, exportando, al mismo tiempo, sus consecuencias a Europa, que enfrenta el impacto de la migración forzada y la inseguridad en sus fronteras.
Mehenni también denuncia la complicidad de Argelia con actores desestabilizadores como el grupo Wagner: «Es Argelia quien autorizó el sobrevuelo de su espacio aéreo para que Wagner se instalara en el Sahel». Este dato evidencia la alineación del régimen militar con dinámicas que socavan los valores democráticos y de paz en la región.
Frente a esta amenaza, Mehenni plantea una alternativa clara: el reconocimiento del derecho a la autodeterminación de la Cabilia. Asegura que «la emergencia de una Cabilia independiente podría restablecer los equilibrios y permitir la instauración de valores de paz y libertad». Según él, este escenario beneficiaría a la región, a la vez que supondría un golpe definitivo al autoritarismo del régimen argelino.
El paralelismo que establece Mehenni entre los regímenes sirio y argelino no es casual. «El régimen sirio era igual o incluso más sólido que el argelino, pero fue debilitado por una coalición internacional», advierte. Para el líder cabileño, Argelia está atrapada en un callejón sin salida. Si no cambia de rumbo, el colapso del régimen es cuestión de tiempo. Por ello, insta a la liberación de los presos políticos y al restablecimiento de las libertades fundamentales como pasos necesarios para evitar un desenlace catastrófico.
La comunidad internacional debe escuchar con atención las palabras de Mehenni. La amenaza que representa Argelia no es una exageración, sino una realidad tangible. Europa, África y el mundo no pueden permitirse ignorar las ambiciones de un régimen que, desde su posición de aparente fortaleza, no deja de sembrar el caos y la inestabilidad. Es hora de actuar antes de que sea demasiado tarde.