Rue20 Español/Rabat
El ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Naser Bourita, declaró este lunes que Marruecos sigue de cerca los rápidos e importantes acontecimientos que están teniendo lugar en Siria, y señaló que Marruecos espera que estos acontecimientos traigan estabilidad al pueblo sirio y que logren sus aspiraciones.
Bourita añadió, durante una rueda de prensa tras su encuentro con el primer ministro keniata, Raila Odinga, candidato al puesto de presidente de la Comisión de la Unión Africana, que las posturas de Marruecos, bajo las instrucciones de SM el Rey Mohamed VI, siempre han sido en favor de la preservación de la integridad territorial de Siria, la soberanía nacional de este país y la unidad del pueblo sirio, señalando que estas posturas son firmes para el Reino de Marruecos.
En este contexto, señaló que «el Reino de Marruecos espera que estos acontecimientos traigan estabilidad al pueblo sirio y que logren sus aspiraciones, y que también traigan a Siria el desarrollo y un futuro mejor»; añadiendo que Marruecos «había cerrado su embajada en Damasco, y esta postura se mantiene desde 2012», en una clara alusión a que la postura de Marruecos se oponía al régimen sirio liderado por Bashar al-Assad y a los crímenes que está cometiendo contra el pueblo sirio.
Bourita concluyó su declaración sobre los acontecimientos en Siria, afirmando que Marruecos «aboga por lo que sea en interés de la estabilidad, la soberanía, la unidad de Siria y lo que logre las aspiraciones del pueblo hermano», por lo que esta postura sería la primera postura oficial de Rabat sobre los acontecimientos que han tenido lugar recientemente en Siria y que han provocado la caída del régimen de Bashar al-Assad.
Numerosos informes de prensa habían señalado que Marruecos era uno de los pocos países árabes que había adoptado una postura clara sobre lo que estaba ocurriendo en Siria, y que desde el inicio de la revolución allí había declarado su alineación con el pueblo sirio y su derecho a un sistema justo, lejos de la represión y la tiranía que representaba el régimen de Bashar al-Assad.
Muchas lecturas políticas prevén que la caída del régimen de Bashar al-Assad contribuya a la creación de relaciones sólidas entre Rabat y Damasco, a diferencia de las relaciones que prevalecían durante la época de al-Assad, que en los últimos años había adoptado posturas hostiles y contrarias a la integridad territorial del Reino de Marruecos.
La confirmación por parte del ministro de Asuntos Exteriores marroquí del apoyo de Marruecos a la soberanía y la integridad territorial de Siria, indica que Rabat está enviando mensajes a algunas partes que podrían aspirar a recortar o interferir en los asuntos internos de Siria, especialmente porque Israel ha conseguido penetrar en nuevas zonas de Siria, con el pretexto de neutralizar la amenaza y que esta penetración es «sólo temporal».