Rue20 Español/Fez
La política visionaria del Rey Mohammed VI en materia de diálogo interreligioso e intercultural ha recibido el reconocimiento unánime en la clausura de los Encuentros de la Universidad Euromed de Fez (UEMF) sobre la Alianza de Civilizaciones.
Tras dos días de intensos debates, los participantes destacaron la iniciativa del monarca como un ejemplo a seguir en la construcción de una sociedad más inclusiva y pacífica.
Mostapha Bousmina, presidente de la UEMF y reciente ganador del Premio Mediterráneo 2024, calificó la política marroquí como «saludable, visionaria y sin precedentes», enfatizando su enfoque en la inclusión, la alteridad y la buena convivencia. Bousmina resaltó la importancia de la iniciativa del Rey en la promoción del diálogo como herramienta fundamental para la resolución de conflictos y la construcción de una paz duradera.
Abdelhak Azzouzi, presidente de la Cátedra Alianza de Civilizaciones de la UEMF —la primera de su tipo impulsada por las Naciones Unidas— se congratuló por la creación de este espacio académico dedicado a la formación, la investigación y la promoción del diálogo intercultural. Azzouzi destacó el trabajo realizado por la Cátedra en el último año y medio, incluyendo la creación de másteres en Alianza de Civilizaciones y Resolución de Conflictos, la publicación de libros y revistas científicas, y la organización de cursos de formación para estudiantes nacionales e internacionales.
Los Encuentros, que contaron con la participación de destacadas personalidades internacionales, abordaron temas cruciales como la paz, las migraciones, la cooperación internacional, la transparencia, la responsabilidad, la diplomacia preventiva y el impacto de la inteligencia artificial en la sociedad. El evento incluyó la inauguración oficial de la Cátedra de Civilizaciones, con la presencia del alto representante de las Naciones Unidas para la Alianza de Civilizaciones (UNAOC), Miguel Ángel Moratinos, la entrega de los Premios Mediterráneo 2024 y un emotivo concierto ecuménico que reflejó el patrimonio espiritual de las tres religiones monoteístas. La celebración subraya el compromiso de Marruecos con la construcción de puentes entre culturas y religiones, consolidando su papel como promotor del diálogo y la paz a nivel internacional.