Rue20 Español/Rabat
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, ha declarado la ley marcial, suspendiendo garantías constitucionales fundamentales y desencadenando una profunda crisis política. Esta acción, calificada por la oposición como un autogolpe de Estado, ha generado una fuerte condena internacional.
La declaración de la ley marcial ha resultado en la suspensión de las actividades políticas, la eliminación del habeas corpus, y la subordinación de los medios de comunicación al poder militar.
El acceso al parlamento ha sido bloqueado por las fuerzas de seguridad, que ahora operan bajo el mando de Park An-soo.
El líder de la oposición, Lee Jae-myung, del partido liberal, ha rechazado la decisión presidencial, instando a su partido a oponerse a la ley marcial en la cámara parlamentaria. Lee ha declarado que Yoon Suk-yeol «ya no es el presidente de Corea del Sur», anticipando una crisis constitucional de gran magnitud.
La decisión de Yoon se produce tras una derrota parlamentaria y el enfrentamiento con una Asamblea Nacional con mayoría opositora que buscaba frenar sus acciones de gobierno y ha presentado mociones contra miembros de su gabinete. Incluso Han Dong-hoon, líder del partido de Yoon, ha rechazado la declaración de la ley marcial.
La situación se agrava con el anuncio de la detención inmediata, sin garantías procesales, de cualquier persona que desafíe la ley marcial. Se teme por la seguridad de los líderes de la oposición, incluyendo al propio Lee Jae-myung, quienes podrían ser detenidos en las próximas horas.
La inconstitucionalidad de la medida es evidente, ya que la Carta Magna surcoreana reconoce el derecho del parlamento a rechazar la ley marcial. La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de esta situación, que amenaza la democracia en Corea del Sur. La crisis constitucional recién comienza y su resolución permanece incierta.
