Rue20 Español/ Fez
Meryem Ghoua
El internacional marroquí, Hakim Ziyech, acaba de crear revuelo. Otro más, se podría decir. En un partido de la Superliga turca, el jugador del Galatasaray, solo frente a la portería vacía, falló un gol para los suyos y su balón salió volando por los aires. Un fallo bastante improbable, que sin duda acabará entre los mejores fallos del año.
Por supuesto, todos los grandes jugadores pueden fallar un partido, un tiro. Pero el fallo de Ziyech no es tan anecdótico. Esta es una señal de que algo anda mal. Es claramente un jugador que piensa las cosas, que rumia, que no está en su sano juicio.
En el Galatasaray, a pesar de ser líder de su campeonato, el extremo marroquí hace tiempo que no está presente. En dificultades sobre el terreno de juego, donde todavía no ha marcado desde el inicio de la temporada, también con tiempo frío con su entrenador, a menudo lesionado o en mal estado de forma, incluso se piensa en dejar Turquía hacia un nuevo destino.
Por todo esto, el seleccionador nacional, Walid Regragui, decidió no convocar a Ziyech para el último encuentro de los Leones del Atlas. Sabia decisión.
Es cierto que cuando un jugador no está bien encaminado en su vida futbolística, los partidos de selección pueden reanimarlo o empujarlo. Es un arma de doble filo. En el pasado, Ziyech logró relanzarse en la selección mientras comía su pan negro en el club.
Esta vez la situación ha cambiado. Regragui tiene suficientes armas ofensivas para dar descanso al segundo mejor goleador de los Leones del Atlas (25 goles en 64 partidos internacionales).
Para aquellos que tenían dudas, los partidos entre Gabón y Lesoto dieron la respuesta correcta. Sin Ziyech, sentimos a Ben Seghir y a Díaz liberados. Desde la llegada de estas dos pepitas, Regragui nunca ha encontrado la fórmula adecuada para crear esa alquimia imprescindible con Ziyech y hacer que los tres talentos ofensivos jueguen juntos. Problema táctico, con incompatibilidad técnica.
Hay que tomar una decisión y, al no poder decidirse, Regragui parece estar avanzando en su pensamiento. Después de todo, Brahim tampoco disfruta de suficiente tiempo en el club, donde su contribución parece mínima. Sin embargo, fue convocado a la última reunión de los Leones…
En selección, Ziyech no marca en un partido desde la última CAN. Una competición en la que ni Díaz ni Ben Seghir habían participado. Y desde la CAN, si Ziyech ha vuelto a marcar es sólo de penalti.
La combinación de todos estos elementos hace pensar que Ziyech podría jugar un papel cada vez menos importante en la selección. No es dramático, pero habrá que ver si el fogoso Hakim aceptaría fácilmente un posible cambio de estatus, él que se había enfrentado con antiguos entrenadores por menos que eso…
Por el momento no estamos allí. Ziyech debe primero recuperar su fútbol, su forma y sobre todo su mentalidad que parece estar a media asta. Es todo lo que desean los aficionados marroquíes para un jugador divisivo pero entrañable como Ziyech.