Rue20 Español/ Fez
Entrevistado por Walid El Moumen
La reciente visita del hombre más poderoso del bloque oriental, Xi Jinping, presidente de China, a Marruecos en este momento crucial, ha impulsado las relaciones chino-marroquíes, retomando y fortaleciendo lo iniciado durante la histórica visita de Su Majestad el Rey Mohammed VI a Pekín en 2016. Su aterrizaje en Casablanca refuerza las ambiciones compartidas en los ámbitos económico y geopolítico, consolidando a Marruecos como un socio estratégico clave en África para el gigante asiático.
En este contexto, Rue20 Español tiene el honor de presentar una entrevista exclusiva con Guillermo Taboada Martínez, un reconocido autor y analista económico-geopolítico español, cuyas reflexiones aportan una perspectiva única sobre la creciente influencia de China en Marruecos y en el continente africano. El experto analiza el impacto geopolítico y estratégico de la reciente visita del presidente chino al Reino. Asimismo, aborda temas cruciales como el papel de Marruecos en la pugna global por África entre China, Rusia y Occidente, reflexionando sobre cómo el Reino puede aprovechar su posición estratégica para garantizar un lugar destacado en el rumbo de la historia.
Además, ofrece su perspectiva sobre posibles avances diplomáticos, como la apertura de un consulado chino en el Sáhara marroquí, y evalúa cómo eventos de gran trascendencia, como el Mundial de 2030, podrían consolidar aún más la relación estratégica entre Marruecos y China.
—¿Cómo analiza la visita del presidente de China, Xi Jinping, a Marruecos, pocas semanas tras la victoria de Trump?
La visita del presidente de China, Xi Jinping, a Marruecos tras la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos refleja un movimiento estratégico en la política internacional. China ha mostrado un creciente interés en fortalecer sus relaciones con África y, específicamente, con Marruecos, que juega un papel clave como puerta de entrada al continente y un enlace entre Europa, África y el mundo árabe.
La elección de Trump marca un cambio de tono en la política exterior de Estados Unidos, con un enfoque más aislacionista y proteccionista. Esto ha creado un espacio para que otros actores globales, como China, refuercen sus relaciones con países estratégicos. Marruecos, con su posición geográfica privilegiada y su estabilidad política, resulta un socio atractivo para China en su esfuerzo por ampliar su Ruta en África.
Por otro lado, China ha estado intensificando su presencia económica en Marruecos, invirtiendo en sectores clave como la infraestructura, la energía renovable y la tecnología. La visita de Xi Jinping puede estar buscando consolidar acuerdos económicos, especialmente en un contexto donde el comercio internacional se está reconfigurando tras la próxima llegada de Trump al poder.
Como ya reflejábamos en nuestro artículo sobre Marruecos, como actor diplomático destacado en África, ofrece a China una oportunidad para afianzar su influencia en la región sin depender exclusivamente de otras potencias occidentales.
Esta visita supone para Marruecos una oportunidad de fortalecer su posición geopolítica y económica en un contexto internacional que está en plena transición tras la victoria de Trump. Este tipo de encuentros subraya la creciente importancia del multilateralismo y la búsqueda de nuevas alianzas para afrontar los retos globales.
—¿Cómo puede Marruecos aprovechar esta puja por África por parte de Occidente, Rusia y China, siendo el Reino la puerta de entrada al continente del futuro?
Marruecos puede aprovechar su posición estratégica como puerta de entrada a África para consolidarse como un hub comercial, logístico y financiero entre el continente y el resto del mundo. Al fortalecer sus relaciones con potencias como China, Rusia y Occidente, el Reino puede atraer inversiones en sectores clave como infraestructura, energía renovable y tecnología. Además, su estabilidad política y acuerdos comerciales como el Acuerdo de Libre Comercio con la Unión Europea permiten a Marruecos ofrecer un entorno atractivo para los inversores globales. Esta ventaja geopolítica le permite diversificar sus socios y maximizar su influencia en el continente africano.
—¿Cómo evalúa la política de diversificar los socios que había adoptado el Reino?
La política de Marruecos de diversificar sus socios es altamente estratégica y visionaria. Permite al Reino reducir su dependencia de mercados tradicionales, como Europa, y fortalecer su posición global al establecer alianzas con grandes potencias como China, Rusia y otros actores africanos. Este enfoque además de atraer inversión extranjera directa, refuerza la capacidad del Reino para adaptarse a un entorno geopolítico cambiante, consolidando su papel como un puente entre África, Europa y el mundo árabe.
—En los últimos días se circuló en varios medios que China baraja la apertura de un consulado en el Sahara marroquí; de ser así, ¿qué factores geopolíticos cree que empujan a China a dar este paso?
La apertura de un consulado chino en el Sáhara marroquí, de confirmarse, estaría impulsada, según mi criterio, por varios factores geopolíticos clave. En primer lugar, supone un refuerzo de la relación con Marruecos, ya que consolidaría los lazos bilaterales y subrayaría el reconocimiento implícito del papel del Reino en la región, fortaleciendo la confianza mutua. En segundo lugar, refuerza los intereses económicos en África y representa una oportunidad estratégica para integrarse en la economía africana. En tercer lugar, consolida su estrategia diplomática global con la clara intención de China de equilibrar sus relaciones internacionales en una región clave, evitando depender exclusivamente de otros actores en el continente. Y por último, facilita el acceso geopolítico y logístico, dado que el Sáhara marroquí, como zona de desarrollo estratégico y puerta hacia el África subsahariana, encaja en la visión china de fortalecer la conectividad dentro de la región.
Esta posible apertura sería un gesto simbólico y práctico que refuerza la influencia china, al tiempo que consolida la soberanía de Marruecos en el Sáhara.
—La elección del presidente chino de aterrizar en Marruecos y no en Argelia tiene mucho que decir, ya que viene en un momento en que Argel se jacta de tener estratégicas relaciones con el gigante asiático. A su parecer, ¿por qué Marruecos y no Argelia?
La elección de Marruecos en lugar de Argelia refleja varios factores interesantes. La estabilidad política y económica del Reino ofrece un entorno más predecible para los inversores internacionales, lo que lo convierte en un socio confiable para proyectos a largo plazo. Su infraestructura y conectividad, como el puerto de Tánger Med, y los acuerdos comerciales, lo posicionan como un puente eficaz entre África, Europa y otras regiones. Aunque Argelia mantiene relaciones con China, Marruecos ofrece oportunidades únicas en sectores clave como las energías renovables, el comercio y la logística, además, ha trabajado activamente para fortalecer su cooperación con China, especialmente en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (Belt and Road Initiative) que es un ambicioso proyecto global, lanzado en 2013 por el presidente Xi Jinping, cuyo objetivo principal es revitalizar las antiguas rutas comerciales de la Ruta de la Seda.
—¿Cómo puede el Mundial 2030 consolidar la asociación estratégica entre Marruecos y China?
El Mundial de futbol de 2030 ofrece una plataforma ideal para fortalecer la asociación estratégica entre Marruecos y China a través de su experiencia en proyectos de gran escala, por tanto, puede colaborar en la construcción y modernización de estadios, redes de transporte y otras infraestructuras clave necesarias para el evento.
Además, el Mundial de futbol atraerá inversiones y visitantes de todo el mundo, lo que abre oportunidades para que China participe en otros sectores y como no, supone un extraordinario escaparate para fortalecer su imagen global, mientras que el Reino refuerza su posición como anfitrión destacado en la región, consolidando una relación de beneficio mutuo.
En conjunto, el Mundial de futbol 2030 no solo representa una oportunidad deportiva, sino también un catalizador para proyectos conjuntos que fortalezcan esta alianza estratégica y puede ser un punto de conexión para que Marruecos y China amplíen su colaboración en África y el Mediterráneo.
*Guillermo Taboada Martínez es autor, analista económico-geopolítico y CEO de Interim Manager Consulting, una firma especializada en asesorar y capacitar a empresas e instituciones en la gestión estratégica de licitaciones y subvenciones internacionales.