Rue20 Español/Rabat
La reciente reforma del reglamento de extranjería en España, anunciada esta semana, podría generar un impacto significativo en el mercado laboral marroquí, abriendo nuevas oportunidades para trabajadores y empresas en ambos países. Entre las medidas adoptadas, destaca la simplificación de los procedimientos para la contratación de trabajadores en origen, con un enfoque especial en países con acuerdos previos, como Marruecos.
Esta reforma elimina el límite anual de contrataciones y flexibiliza la selección de sectores y perfiles profesionales, permitiendo a las empresas españolas buscar directamente mano de obra en el extranjero para ocupaciones específicas. Marruecos, como socio estratégico y país con experiencia en programas de contratación temporal, como las recolectoras de fresas en Huelva, se posiciona como uno de los principales beneficiarios de estas modificaciones.
La normativa también introduce facilidades para pequeñas y medianas empresas (pymes), permitiéndoles contratar trabajadores temporales por hasta nueve meses al año con la garantía de retorno. Esto podría traducirse en un aumento de la demanda de profesionales marroquíes en sectores clave como la agricultura, la construcción, la logística y los servicios.
Además, la reducción del tiempo de espera para justificar la falta de mano de obra local de 30 a 8 días acelerará los procesos de contratación, brindando mayor agilidad a las empresas españolas y mejores oportunidades laborales para los trabajadores marroquíes.
Desde Marruecos, esta reforma puede interpretarse como una oportunidad para fortalecer aún más los lazos laborales y económicos con España, maximizando los beneficios de los acuerdos bilaterales existentes sobre flujos migratorios. No obstante, también plantea desafíos, como garantizar condiciones laborales justas y adecuadas para los trabajadores contratados y optimizar los mecanismos de formación para responder a las necesidades del mercado español.
En definitiva, la reforma del reglamento de extranjería en España es un hito que podría redefinir la colaboración laboral entre ambos países y ofrecer a Marruecos la posibilidad de consolidarse como un socio clave en la provisión de talento extranjero cualificado.