Rue 20 Español/ Rabat
Marruecos consolida su posición en el Sahara como eje de desarrollo económico y diplomático, fomentando asociaciones estratégicas con socios clave como España, Francia y Estados Unidos. Sin embargo, recientes movimientos en la región, como la visita del embajador francés en Marruecos, Christophe Lecourtier, acompañado por una importante delegación empresarial a Dajla y El Aaiún, han generado cierto malestar en sectores españoles. Este viaje, enfocado en explorar oportunidades económicas, se produce en un contexto donde Francia ha proyectado inversiones en el Sahara por un valor de 10.000 millones de euros, especialmente en sectores estratégicos como infraestructuras, energía renovable y transporte.
La percepción de que Francia avanza con fuerza en el Sahara ha despertado sensibilidades en España, alimentando la impresión de un posible desequilibrio en el reparto de oportunidades. Marruecos, consciente de esta situación, reitera su compromiso con un modelo de cooperación equilibrado, en el que España sigue siendo un socio estratégico con un papel destacado en el desarrollo de las provincias del sur.
Marruecos ha mostrado de manera consistente su voluntad de fortalecer los lazos con España a través de acciones políticas y solidarias. Un ejemplo reciente es la ayuda humanitaria enviada a las zonas afectadas por las inundaciones en Valencia, un gesto que subraya la profundidad de la relación bilateral y la voluntad de Marruecos de ser un socio cercano y comprometido.
En términos económicos, España tiene asegurado un lugar clave en el Sahara. Sectores como la pesca, los minerales y el turismo, áreas de tradicional interés español, seguirán ofreciendo oportunidades significativas para empresas españolas. Además, el auge de las energías renovables en la región abre nuevas posibilidades de colaboración. Marruecos quiere transmitir un mensaje claro: España no será relegada, sino que tendrá su parte justa en el desarrollo económico de las provincias del sur.
El discurso de SM el Rey Mohamed VI en 2022 con motivo del 69º aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo resume esta estrategia: «El expediente del Sahara es el prisma a través del cual Marruecos considera su entorno internacional. Es también, claramente y sin ambigüedades, el baremo que mide la sinceridad de las amistades y la eficacia de las alianzas que establece.» Esta declaración no solo define la postura de Marruecos respecto al Sahara, sino también la forma en que evalúa sus alianzas internacionales.
Marruecos trabajará mano a mano con España, Francia y Estados Unidos en la implementación de proyectos orientados a consolidar el desarrollo en las provincias del sur. Este enfoque no solo garantiza una distribución equilibrada de beneficios entre sus principales socios, sino que también refuerza la cooperación internacional en torno a un objetivo compartido: impulsar el crecimiento económico y la estabilidad regional. Marruecos está decidido a ser el catalizador que coordine los esfuerzos de sus aliados, asegurando que todos participen en la construcción de un futuro sostenible en el Sahara.
El mensaje de Marruecos es claro: la relación con España no solo es prioritaria, sino que seguirá siendo fundamental para el desarrollo del Sahara. España puede confiar en que tendrá su papel garantizado en sectores clave y en nuevas áreas de colaboración. Marruecos, como puente entre Europa y África, demuestra su capacidad para gestionar estas alianzas con pragmatismo y visión estratégica, consolidando un Sahara marroquí que es, a la vez, un espacio de oportunidades y una base para la estabilidad regional.