Rue20 Español/Rabat
En un contexto donde Europa reconfigura sus estrategias de colaboración en la región mediterránea, Marruecos emerge como un socio esencial para la Unión Europea. Durante la reciente audiencia en Bruselas, Dubravka Šuica, candidata al cargo de comisaria para la cartera mediterránea, subrayó la importancia de consolidar relaciones sólidas con Marruecos, indicando que el Reino podría pronto formalizar un acuerdo estratégico en materia de inmigración. Marruecos ha demostrado ser un pilar de estabilidad en el norte de África, y su colaboración se considera crucial para gestionar los flujos migratorios hacia Europa, así como para fortalecer el intercambio comercial y la seguridad regional.
Para Šuica, el papel de Marruecos en la política de vecindad europea es un ejemplo de cómo una asociación basada en intereses comunes y respeto mutuo puede generar beneficios para ambas partes. La propuesta de un acuerdo migratorio se inspira en los precedentes con Egipto y Túnez, acuerdos que buscan reducir los flujos migratorios irregulares a cambio de apoyo financiero y cooperación en otros sectores. Sin embargo, Šuica subrayó que cualquier nuevo pacto incluirá cláusulas de derechos humanos y mecanismos de control, respondiendo a las críticas de algunos sectores europeos que señalan que los convenios anteriores con Egipto y Túnez han omitido garantizar derechos fundamentales.
El interés de la UE en Marruecos no se limita a la cuestión migratoria; la candidata destacó el potencial de un «Pacto Mediterráneo» que fortalezca el comercio, la energía y la seguridad. La influencia de potencias como Rusia y China en la región mediterránea ha aumentado, lo que plantea un desafío para Europa en términos de autonomía energética y equilibrio geopolítico. En este sentido, Šuica enfatizó que la estabilidad y el desarrollo de la región sur del Mediterráneo son esenciales para la seguridad europea y que Marruecos, con su capacidad de liderazgo regional, es clave en este esfuerzo.
La relación entre Marruecos y la UE no es una simple cuestión de contención migratoria. El Reino ha demostrado una capacidad de adaptación y liderazgo que lo sitúa como un interlocutor natural y confiable de Europa. Marruecos ha sido un socio en la lucha contra el extremismo y un defensor de la estabilidad en el norte de África, consolidando su papel como referente regional. Para Europa, fortalecer esta alianza no es solo una cuestión de necesidad, sino una inversión en la estabilidad y en el desarrollo conjunto.