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Meryem Ghoua
Hasta 1990, los seleccionadores del equipo nacional marroquí se basaban principalmente en el campeonato local para componer la selección nacional. Los pocos jugadores llamados a reforzar el equipo se habían formado y jugado en Marruecos antes de verse tentados por la experiencia en el extranjero.
El equipo que participó en el Mundial de México 1970 estuvo integrado únicamente por los mejores jugadores del campeonato nacional. Sin embargo, podría haber convocado a un defensa, llamado Abdelkhaleq Louzani, desconocido en Marruecos en aquel momento. Sin embargo, jugó en el prestigioso equipo Anderlecht, con el que ganó la Copa de Bélgica.
También se inició en Marruecos en un pequeño club de su ciudad natal, el AS Essaouira, hasta los 18 años antes de emprender una carrera profesional en Bélgica. El equipo de 1976, campeón africano y poseedor del único título continental de los Leones del Atlas, estaba formado íntegramente por jugadores locales.
Por último, el de 1986, primer equipo africano que superó la primera ronda de un Mundial, también estaba formado por jugadores “locales”. Bouderbala, Haddaoui y Krimou comenzaron sus carreras en Marruecos antes de trasladarse a Europa.
Sólo a partir de mediados de los años 90 Marruecos empezó a interesarse por los jugadores de origen marroquí con nacionalidad extranjera y que jugaban en Europa. La mayoría de ellos se encontraban en Bélgica, Francia, los Países Bajos o Alemania. Inicialmente, la fórmula no cuajó y se inició un debate sobre la estrategia a adoptar.
¿Debemos invertir en jugadores con técnica probada y formados en su mayor parte en los páramos de los suburbios de las grandes ciudades marroquíes, o recurrir a la extraordinaria reserva de la comunidad marroquí en el extranjero cuyos jugadores presentan cualidades físicas extraordinarias, comunes y acordes con los estándares del fútbol moderno?
El debate no se resolverá. Fue necesaria la creación de la Academia Mohammed VI en 2008 para cambiar las mentalidades. Al contar con un centro de entrenamiento que cumplía con los estándares internacionales, Marruecos volvió a convertirse en proveedor de la selección nacional con jugadores capaces de competir y ser protagonistas.
La Academia es un espacio para apoyar a los jugadores desde muy pequeños. Su objetivo es llenar sus vacíos físicos e insuficiencias técnicas. Por muy talento que tengamos, hay gestos técnicos sencillos que debemos asimilar mediante el entrenamiento, el aprendizaje y una disciplina rigurosa, especialmente en materia de alimentación. En 2022, el público en general descubrirá el extraordinario trabajo realizado por la Academia. Jugadores como Ounahi, En-Nesyri y Aguerd simbolizarán el éxito de este gran lugar de formación futbolística en Marruecos.
Otros centros, desarrollados en el seno de clubes (once actualmente), se pusieron en marcha en el marco de un acuerdo OCP-FRMF. Dotados de importantes recursos, impulsarán una nueva generación de internacionales formados en Marruecos.
Sin embargo, queda un área que será necesario mejorar: es el nivel del Botola Pro. Los jugadores formados en Marruecos aspiran a una carrera profesional y rara vez juegan en el campeonato nacional. Su nivel se ve afectado y corre el riesgo, a largo plazo, de penalizar a los clubes marroquíes a nivel internacional.
En julio de 2025, la FIFA lanzará la nueva versión del Mundial de Clubes en Estados Unidos. Marruecos estará representado por el Wydad Casablanca, reciente campeón de la Liga de Campeones africana. Una participación muy esperada por el público marroquí ávido de hazañas y proezas.
Otros tres clubes participan en competiciones internacionales: Raja y AS FAR en la Liga de Campeones, y el Renacimiento Deportivo de Berkán en la Copa CAF. Sus actuaciones en este inicio de temporada dejan mucho que desear. Wydad está teniendo un comienzo de temporada lento. En cuanto a ratios, lo está haciendo incluso peor que la temporada pasada, una temporada fallida.
Raja, vigente campeón, se desplomó este año con el mismo promedio que Wydad; está a años luz del récord histórico de la temporada 2023-2024, durante la cual el ratio fue de 2,40 puntos por partido. Lo mismo ocurre con la media de goles marcados por partido: de 1,73 Raja pasó a 1,38. AS FAR y el Renacimiento Deportivo de Berkán están un poco mejor aunque AS FAR también esté en baja. Con una media de puntos por partido de 1,63, el equipo está por debajo respecto al año anterior (segundo mejor resultado histórico), por detrás del Raja con 2,37 puntos por partido.
Sin embargo, estos ratios se ven afectados en comparación con los clubes líderes en los campeonatos europeos. Al inicio de temporada, y con una media de 2,73 puntos por partido, es el Barcelona el que se sitúa líder en los siguientes cuatro campeonatos: La Liga, Premier League, Ligue 1 y Bundesliga. Le siguen Manchester City y PSG con 2,56 puntos cada uno y Bayern y Leipzig con 2,50 puntos por partido. A mucha distancia se sitúa el líder del campeonato marroquí con 2,13 puntos; A pesar de su promedio récord de 2,40 logrado en 2023-2024, Raja no compite. Este promedio es un indicador serio de la regularidad del desempeño.
Para evaluar la eficacia de las líneas de ataque, resulta útil otro indicador: el del número medio de goles marcados por partido. El Bayern lidera con una media de 3,63 goles por partido; le siguen Barcelona (3,36), París (3,11) y Leverkusen (campeón alemán saliente) con 2,50 goles por partido.
Habría sido necesario afinar el pensamiento añadiendo la comparación entre el número de ocasiones creadas por partido, el número de pases acertados, las posiciones de fuera de juego y los kilómetros recorridos por cada jugador. Tantos datos para mejorar y en el centro de las especificaciones de las zapatillas. Las hazañas no surgen del azar sino del trabajo sólido y paciente. Los principales dirigentes del fútbol marroquí lo saben y deberían transmitir el mensaje a determinados jefes de clubes.