Rue20 Español/El Aaiún
El presidente estadounidense Donald Trump reconoció, el 10 de diciembre de 2020, la marroquinidad del Sáhara. Tras su nueva elección como inquilino de la Casa Blanca en 2024, se trata de una nueva consagración y una reafirmación de esta posición de la primera potencia mundial.
La proclamación del presidente estadounidense se inscribió en el marco de una decisión soberana con una fuerza jurídica e institucional inquebrantables, independientemente de la tendencia política del ocupante de la Casa Blanca, y esto poco antes de la elección del demócrata Joe Biden.
A pesar del cambio de presidente en estos últimos 4 años, el reconocimiento estadounidense de la soberanía marroquí sobre el Sáhara se ha mantenido inalterado, lo que demuestra la solidez de la decisión de Donald Trump.
«Estados Unidos reconoce la soberanía marroquí sobre todo el territorio del Sáhara Occidental». El documento que firma la proclamación presidencial fue inscrito en el registro federal y se transmitió un documento oficial de Estados Unidos al Consejo de Seguridad de la ONU, el órgano ejecutivo de las Naciones Unidas que se ocupa de la cuestión del Sahara, lo que confiere a este reconocimiento todo su carácter legal y fuerza internacional.
«Estados Unidos considera que un Estado independiente no es una opción realista para resolver el conflicto y que una verdadera autonomía bajo soberanía marroquí es la única solución posible», añade el decreto presidencial.
Esta decisión histórica de la más alta autoridad del Ejecutivo estadounidense «ha dado un nuevo impulso cualitativo a la dinámica virtuosa y sostenida que consagra la marroquinidad del Sáhara», había señalado entonces una declaración conjunta de una delegación estadounidense-israelí encabezada por el entonces Asesor Principal del presidente estadounidense Donald Trump, Jared Kushner, y el Asesor de Seguridad Nacional de Israel, Meier Ben Shabbat, en Rabat.
«El 4 de diciembre, el Presidente Trump firmó una proclamación presidencial, con toda la fuerza jurídica y política innegable y efecto inmediato que conlleva este acto solemne, sobre la decisión de los Estados Unidos de América de reconocer, por primera vez en su historia, la plena soberanía del Reino de Marruecos sobre toda la región del Sáhara marroquí», subraya la declaración.
Desde entonces, Marruecos y Estados Unidos han consolidado sus relaciones históricamente fuertes a través de este reconocimiento que ha incitado a otras grandes potencias a reconocer a su vez la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara, como Francia, España, Israel o Alemania, todos países que han expresado su apoyo a la posición de Marruecos en este conflicto regional que lo enfrenta a Argelia.
Mientras la victoria del republicano Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2024 se perfila a pasos agigantados, la reiteración de esta posición a favor de la marroquinidad del Sáhara debería ser aún más fuerte y más directa, como lo demuestra el estilo del multimillonario estadounidense conocido por no andarse con rodeos.
Su elección es definitivamente un buen augurio para Marruecos, que debería ver la concreción de este reconocimiento.
Esto debería pasar, en particular, por la puesta en marcha del Consulado estadounidense en Dajla y podría ir más allá, en particular con una posible visita de Estado del presidente Trump a Marruecos, pero sobre todo con la puesta en marcha de la declaración tripartita que vincula a Estados Unidos, Israel y Marruecos, en el marco de los Acuerdos de Abraham.
Más allá de esto, la reelección de Donald Trump debería anclar aún más la asociación estratégica entre Marruecos y Estados Unidos en varios niveles, especialmente en el ámbito de la seguridad y la diplomacia.
Marruecos debería ver reforzada su posición de actor líder contra el extremismo en África gracias al apoyo estadounidense.
Bajo la administración y la presidencia de Trump, se podría esperar, además de una mayor mejora en las relaciones entre Marruecos y Estados Unidos, un impulso adicional para la solución definitiva de la cuestión del Sahara ante las Naciones Unidas.