Rue20 Español/Rabat
Un informe reciente del Observatorio del Trabajo Gubernamental (OTRAGO) destaca el potencial transformador que la Copa del Mundo 2030 tendrá en Marruecos. La elección del país como uno de los anfitriones, junto con España y Portugal, ofrece una oportunidad sin precedentes para el desarrollo económico y social. Según el informe, este evento no solo impulsará la visibilidad de Marruecos a nivel global, sino que también generará beneficios económicos significativos, fortalecerá su infraestructura y proyectará su cultura ante millones de visitantes y espectadores.
Con la llegada de más de 1,5 millones de turistas adicionales, se estima que el sector turístico marroquí recibirá entre 2 y 3 mil millones de dólares en ingresos. La ocupación hotelera alcanzará niveles récord, incentivando a muchos establecimientos a modernizar sus instalaciones y mejorar sus servicios. Esta mejora en la infraestructura turística promete tener un impacto duradero, posicionando al país como un destino competitivo en el mercado mundial de viajes incluso después del evento.
Además del turismo, la Copa del Mundo 2030 abrirá las puertas a importantes inversiones extranjeras en infraestructura. El informe de OTRAGO proyecta una inversión de entre 3 y 5 mil millones de dólares en la construcción y mejora de estadios y otras instalaciones deportivas, mientras que la extensión de la red de trenes de alta velocidad entre Casablanca y Agadir, con un presupuesto de 5 mil millones de dólares, permitirá conectar de forma más rápida y eficiente varias regiones del país. Estas inversiones también abarcarán la modernización de hospitales y el desarrollo de rutas y carreteras, destinando 2 mil millones de dólares al sector de salud y 1,5 mil millones a mejorar la conectividad vial. Este proyecto de infraestructura no solo atenderá las necesidades de los visitantes durante el Mundial, sino que también proporcionará beneficios sostenibles para la población marroquí a largo plazo.
OTRAGO estima que los ingresos adicionales generados por los derechos de transmisión y el patrocinio alcanzarán los 3 mil millones de dólares, lo cual contribuirá a un incremento del PIB marroquí de entre el 0,5% y el 1% anual durante y después del evento. Este crecimiento económico, sumado a la exposición mediática global, consolidará a Marruecos como un destino atractivo para futuras inversiones y potenciará su posición en el ámbito deportivo internacional. Sin embargo, para alcanzar un desarrollo verdaderamente sostenible, Marruecos deberá enfrentar varios desafíos. El riesgo de infrautilización de estadios y otras instalaciones deportivas tras el evento plantea la necesidad de concebir estructuras multifuncionales que puedan albergar distintos tipos de eventos. Asimismo, la gestión de la deuda contraída para financiar estos proyectos será crucial, y OTRAGO recomienda evitar una dependencia excesiva de los préstamos, explorando alternativas como asociaciones público-privadas.
El Mundial también fomentará el desarrollo de habilidades y competencias en la juventud marroquí, al involucrar a miles de voluntarios y personal capacitado en áreas como la organización de eventos, la hospitalidad y el marketing. Esta experiencia no solo enriquecerá el talento local, sino que también permitirá a los jóvenes aplicar sus conocimientos en futuras oportunidades laborales. Además, se espera que el evento impulse la cultura deportiva y el fútbol en el país, inspirando a nuevas generaciones a involucrarse en actividades deportivas y a adoptar un estilo de vida más saludable.
Según concluye el informe de OTRAGO, la Copa del Mundo 2030 se perfila como un motor transformador para Marruecos, uniendo la pasión por el fútbol con una visión de desarrollo sostenible. Este evento no solo será una celebración del deporte, sino también un símbolo de la capacidad de Marruecos para proyectarse en el escenario global, aprovechando cada paso hacia un crecimiento económico y social duradero.