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El Abbas Tahri Joutey Hassani
Túnez acoge, del 4 al 15 de noviembre de 2024, el ejercicio naval multilateral «PHOENIX EXPRESS 24», organizado en colaboración con el Comando de Estados Unidos para África (AFRICOM).
Este evento reúne a 1.100 militares y observadores de 12 países participantes, entre ellos Marruecos, Mauritania, Argelia, Libia, Senegal, Turquía, Italia, Malta, Bélgica, Georgia y Estados Unidos, además, por supuesto, del país anfitrión, según informa el Ministerio de Defensa tunecino.
Nueve buques militares atracarán en las costas del norte de Túnez para participar en este ejercicio. El objetivo de estas maniobras es fortalecer la sinergia y la coordinación entre las tripulaciones marítimas, ofreciéndoles una formación profunda en el dominio de los equipos navales.
Paralelamente, pretende desarrollar sus competencias en la lucha contra las actividades ilícitas en el mar, como el contrabando y la trata de personas, con el fin de garantizar la seguridad y la estabilidad de la región mediterránea.
Al margen de este ejercicio, se organizarán sesiones teóricas y talleres prácticos para los participantes, abarcando diversos ámbitos marítimos, precisa la misma fuente.
Estas actividades incluyen inspecciones y visitas de buques, técnicas avanzadas de buceo, inteligencia marítima, así como estrategias de lucha contra las armas biológicas y químicas.
También están en el programa la asistencia sanitaria, la formación en primeros auxilios y un estudio en profundidad de las legislaciones que rigen las actividades marítimas.
La participación de la Marina Real en este ejercicio militar de gran envergadura representa un enfoque proactivo para elevar su nivel de preparación ante los acuciantes desafíos de seguridad a los que se enfrenta la región.
Los retos relacionados con el aumento de los movimientos migratorios, unidos a las actividades de las redes criminales que operan en el tráfico de personas, drogas y armas, exigen una cooperación reforzada y una mayor eficacia operativa.
En este complejo panorama, las preocupaciones en materia de seguridad no son solo asunto del Mando estadounidense en África, sino que se extienden también al conjunto de las naciones europeas y de la OTAN. Marruecos, con su papel de líder influyente en las dinámicas de seguridad de la cuenca mediterránea y en el norte de África, es percibido como un socio estratégico ineludible, en particular gracias a las experiencias adquiridas a lo largo de los numerosos ejercicios y maniobras marítimas en los que ha participado.
Por ello, Washington y varios países occidentales se dirigen a Marruecos para reforzar la cooperación militar y de seguridad.
Su experiencia, especialmente en el rescate de migrantes en el mar Mediterráneo y en el Atlántico, así como su compromiso en la seguridad de sus costas, lo posicionan como un socio de confianza.