Rue20 Español/Rabat
Miles de tuaregs malienses, que huían de la violencia e inestabilidad en el norte de su país, fueron obligados a abandonar Argelia y regresar a Malí bajo condiciones violentas.
Esta brutal expulsión plantea interrogantes preocupantes sobre la falta de escrúpulos del régimen argelino, que se ilustra por sus acciones brutales e inhumanas contra los refugiados.
Familias tuaregs fueron expulsadas de la ciudad de Tinzaouatène en Argelia, evidencia del cinismo de un régimen que pretende desempeñar un papel de mediador en la región.
Lejos de ser actos aislados, estas expulsiones forman parte de una política sistemática de rechazo y olvido de las poblaciones vulnerables que huyen de los conflictos armados.
Muestran el verdadero rostro de la gerontocracia militar argelina: el de un régimen que se preocupa poco por los derechos humanos y prefiere deshacerse de los refugiados en lugar de ofrecerles protección.
«La Argelia de Tebboune expulsa a tuaregs nómadas inocentes y protege a los terroristas»
Ante estas expulsiones de tuaregs, el periodista maliense Seidina Oumar Dicko afirma en una tribuna publicada en el diario maliense «L’indépendant» que «la expulsión por miles de civiles Dowsahacs confirma, si es necesario, que la Argelia de Tebboune, que pretendía hace unos días +proteger a las viudas y huérfanos tuaregs de las supuestas atrocidades de nuestras FAMa (Fuerzas Armadas Malienses), expulsa a tuaregs nómadas inocentes y protege a los terroristas y otros traficantes expulsados de Kidal».
El periodista señala «la duplicidad» de Tebboune; «que se indigna y se posiciona como defensor de las ramas armadas de los tuaregs y que expulsa a civiles pacíficos en condiciones inhumanas».
Seidina Oumar Dicko, autor de varias crónicas sobre «las veleidades expansionistas y las artimañas de la Argelia de Tebboune con respecto al norte de Malí», subraya que «cada vez está más claro que Argel busca controlar nuestras fuentes mineras y gasísticas a través de un Estado títere secesionista y que Tebboune, una vez más, acaba de demostrar que no son los tuaregs y su destino lo que le conmueve, ya que acaba de expulsar a varios cientos de refugiados que huían de las atrocidades yihadistas y rebeldes. La razón es que estas tribus siguen siendo cercanas a las tesis gubernamentales malienses».
El periodista también señala que, más allá de la influencia geopolítica que Argelia siempre ha intentado ejercer sobre el Sahel, y por lo tanto sobre Malí, en su búsqueda de aliados en su política expansionista, especialmente en el Sáhara, «se constata que existe una voluntad de partición de nuestro país por parte del gran vecino del norte, que ningún régimen maliense ha aceptado, desde la independencia hasta nuestros días».
Sin embargo, concluye, «más que cualquier otro régimen maliense, el intento de hegemonía argelina es revelado en todas partes por las autoridades de transición, hasta la tribuna de las Naciones Unidas, por las voces malienses más autorizadas y en términos crudos».
