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El Abbas Tahri Joutey Hassani
El ejército marroquí, que está considerando la posibilidad de adquirir el Bayraktar Kizilelma, un dron furtivo y supersónico diseñado para misiones de combate y superioridad aérea, también habría expresado su interés en el Bayraktar TB3, la versión más reciente del Bayraktar TB2.
Marruecos posee una de las flotas de drones militares más grandes de África. Desde 2021, Marruecos ha estado recibiendo drones de combate Bayraktar TB2, en varias entregas, la primera de las cuales ascendió a 70 millones de dólares, según una cifra mencionada por la prensa, que señala que el personal militar marroquí ha seguido un programa de formación en Turquía relacionado con estos dispositivos, tal como recoge el portal especializado Military Africa.
Marruecos, preocupado por reforzar sus capacidades de defensa y equipamiento militar, considera los drones como herramientas esenciales en su estrategia de seguridad nacional.
El mercado de drones militares para Rabat se segmenta en varias categorías: drones de vigilancia, drones de reconocimiento y drones armados.
Los modelos de drones turcos, como el Bayraktar TB2 y el Anka, ofrecen un equilibrio entre autonomía, carga útil y capacidad para operar en diversos entornos, a la vez que son relativamente asequibles.
Para Marruecos, según nos confía una fuente cercana al asunto, la integración de drones en sus fuerzas armadas permitiría reforzar varias ramas militares, incluyendo la fuerza aérea, las fuerzas terrestres y los servicios de inteligencia. Los drones se utilizan actualmente para misiones de vigilancia fronteriza, patrulla marítima y apoyo a operaciones terrestres.
«La formación de los operadores de drones y la adaptación de las infraestructuras son elementos clave para el éxito de esta integración. Marruecos está preparando centros de mando y control equipados con tecnologías de comunicación avanzadas para permitir una gestión eficaz de los drones. El mantenimiento y el apoyo logístico de estos dispositivos requieren competencias técnicas específicas que Marruecos podría adquirir a través de asociaciones internacionales o de formación local», se ha señalado.
Si bien la adquisición de drones militares aporta ventajas innegables, también plantea retos en términos de soberanía tecnológica y dependencia de proveedores extranjeros. Marruecos es consciente de que podría verse limitado por restricciones a la exportación o por dificultades de acceso a determinadas tecnologías.
En respuesta a estos retos, se ha contemplado una estrategia de transferencia de tecnología o de asociación con empresas especializadas, que permitiría a Rabat desarrollar a largo plazo sus propias capacidades de fabricación y mantenimiento de drones.
En una perspectiva a largo plazo, Marruecos «pretende desarrollar una industria local de fabricación y montaje de drones.
Esta estrategia no solo ofrecería independencia estratégica, sino que también impulsaría la innovación tecnológica y la creación de puestos de trabajo altamente cualificados.
El establecimiento de un ecosistema de empresas especializadas en tecnologías de drones y subcontratistas proporcionaría una importante palanca económica, y ya se ha puesto en marcha un plan en este sentido», añade la misma fuente.
Hace unos meses, el gobierno marroquí anunció el desarrollo de «ciertos sectores de la industria militar, en particular los de armas y municiones, así como la fabricación de drones capaces de realizar operaciones de inteligencia, vigilancia y ataques armados, además del mantenimiento de aviones militares», según el ministro marroquí encargado de la administración de la defensa nacional, Abdellatif Loudyi, citado en un acta de una reunión parlamentaria sobre el presupuesto asignado a la defensa.
Añadió que se ha confiado a una empresa internacional especializada la construcción de una fábrica de mantenimiento de aviones militares en la región de Benslimane (al norte de Casablanca).
El ministro también destacó que el Gobierno ya ha aprobado una ley que abre la puerta a la concesión de licencias para el desarrollo de industrias militares «para reforzar la independencia» de Rabat en este ámbito.