Rue20 Español/Rabat
Omar Hilale, embajador y representante permanente de Marruecos ante las Naciones Unidas en Nueva York, completó ayer, jueves, lo que había comenzado Nasser Bourita, Ministro de Asuntos Exteriores, Cooperación Africana y Marroquíes Residentes en el Extranjero, sobre la propuesta de Staffan de Mistura, enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas para el Sáhara, sobre la idea de dividir la región.
La noche del jueves, reveló que se trataba de una propuesta procedente de Argelia. En sus declaraciones a los medios de comunicación tras la sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que dio lugar a la nueva resolución periódica sobre el expediente del Sáhara, Hilale destacó que Marruecos había sido claro desde el principio al rechazar la idea de la división, algo que el Ministro de Asuntos Exteriores marroquí había expresado claramente; pero al mismo tiempo, destacó que la responsabilidad política de esta propuesta recae directamente en Argelia.
Según el embajador marroquí, el actual enviado de la ONU, De Mistura, al igual que el anterior enviado de la ONU, James Baker, que había presentado la misma propuesta en 2001, no hicieron más que «proponer» el asunto, que en ambos casos es un mensaje de los responsables argelinos dirigido a Marruecos, destacando que la Muradía ya había planteado esta cuestión durante el mandato del difunto presidente Abdelaziz Bouteflika, y que ahora se repite la misma situación.
Hilale mencionó que Argelia ha resucitado la propuesta de división después de 22 años, destacando que el enviado de la ONU, De Mistura, cuando visitó Argelia, «se le dijo que estábamos dispuestos a considerar de nuevo la división»; insistiendo en que la respuesta de Marruecos, a través del Ministro de Asuntos Exteriores, respondió a esto diciendo que se trataba de un «nacido muerto», y que el Reino no quería ni siquiera discutir este asunto.
Hilale mencionó que Argelia plantea la propuesta de división «cada vez que está en un aprieto diplomático, cada vez que es débil política y diplomáticamente, y cada vez que tiene presiones de la comunidad internacional», destacando que la propuesta de Bouteflika fue anterior a una declaración del Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan, que consideró que el referéndum no se celebraría (en el Sáhara) porque no era viable, lo que llevó a Argelia a plantear algo nuevo «para mantener al mundo ocupado».
El contexto actual también, según Hilal, está marcado por «el mismo aprieto político para Argelia», que habló de las presiones que está recibiendo de la comunidad internacional, especialmente tras las resoluciones del Consejo de Seguridad que piden iniciar el proceso político, las presiones del enviado de la ONU, el reconocimiento de la marroquinidad del Sáhara y el gran apoyo a la propuesta de autonomía, especialmente las recientes posturas de Francia, Estados Unidos, España, Alemania, los países escandinavos y los países del Este de Europa.
Las palabras de Hilale en las Naciones Unidas explican muchas cosas, especialmente el silencio oficial y mediático argelino sobre la propuesta de división del Sáhara, cuando fue planteada por el enviado de la ONU en su sesión informativa a puerta cerrada ante el Consejo de Seguridad, a pesar de que el Frente Polisario separatista expresó inmediatamente su rechazo a la propuesta.
El Ministro de Asuntos Exteriores marroquí, Nasser Bourita, dijo el 21 de octubre pasado, en una rueda de prensa en la sede del Ministerio en Rabat, que el enviado personal del Secretario General de las Naciones Unidas debería haber revelado la parte que «le sugirió la propuesta de dividir el Sáhara», que presentó en su última sesión informativa ante el Consejo de Seguridad.
Bourita aseguró que «De Mistura debería haber dicho quién le sugirió esta propuesta, quiénes son las partes que le animaron a hacerlo, si fue su propia iniciativa, y con qué antecedentes y lógica se le empujó a resucitar esta propuesta que nació muerta y fue rechazada desde el principio».