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La visita de Estado de Emmanuel Macron a Marruecos ha generado un eco mediático importante tanto en Francia como en Marruecos, destacándose por el mensaje de “comunidad de destino” entre ambas naciones y un fuerte respaldo a la soberanía marroquí sobre el Sahara. Pronunciado frente al Parlamento marroquí, el discurso de Macron trazó una narrativa de amistad histórica y respeto mutuo, a la vez que subrayó la importancia de una alianza estratégica en diversos sectores, desde la migración hasta la seguridad y el desarrollo energético.
Macron no perdió oportunidad de recordar los lazos culturales que unen a los dos países desde el Renacimiento, rememorando figuras emblemáticas como el pintor Matisse y el orientalista Louis Massignon, quienes capturaron la esencia del país magrebí y cimentaron una “memoria común”. Con un enfoque de reconciliación, el presidente francés también reconoció las “sombras” del pasado colonial y destacó los valores compartidos que aún persisten, buscando fortalecer una relación fundada en la honestidad y el respeto por las sensibilidades históricas.
Apoyo Decidido a la Soberanía Marroquí
Uno de los puntos centrales de la intervención de Emmanuel Macron fue la reafirmación de la posición de Francia respecto al Sahara Occidental. Macron declaró con firmeza que «el presente y el futuro de este territorio se inscriben en el marco de la soberanía marroquí», una afirmación que arrancó una gran ovación entre los parlamentarios marroquíes presentes en la sala. Esta declaración no solo refuerza la histórica alianza entre Francia y Marruecos, sino que representa un claro mensaje de distanciamiento frente a Argelia, quien sigue apoyando al Frente Polisario en esta disputa territorial.
Además, Macron hizo especial hincapié en el plan de autonomía de 2007, propuesto por Marruecos, calificándolo como «la única base para una solución política justa, duradera y negociada conforme a las resoluciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas». Con esta declaración, el presidente francés subrayó que el enfoque de Francia no es hostil hacia nadie, una referencia indirecta pero clara a las tensiones con Argelia, quien se ha opuesto sistemáticamente a cualquier solución que no implique la “independencia del Sahara Occidental”.
«Para la Francia de hoy, esta posición está anclada en la historia, respetuosa de las realidades y prometedora para el futuro», aseguró Macron, confirmando que su país seguirá apoyando a Marruecos en los foros internacionales en defensa de su soberanía sobre el Sahara.
Economía y Cooperación en Energía y Desarrollo Sostenible
Macron destacó la solidez y visión de futuro de la colaboración económica entre Francia y Marruecos, subrayando los acuerdos alcanzados, valorados en más de 10 mil millones de euros, que abarcan sectores estratégicos como la infraestructura hídrica y las energías renovables. En sus palabras, “el agua y la energía limpia son pilares fundamentales de nuestra asociación”, una afirmación que refleja el compromiso de ambos países con el desarrollo sostenible y el aprovechamiento de recursos renovables.
Entre los proyectos mencionados, el tren de alta velocidad, un emblema de la modernización marroquí, simboliza la transformación de Marruecos en un país puntero en infraestructura avanzada. Macron elogió la apuesta de Marruecos por la tecnología y la movilidad sostenibles, lo que no solo genera empleos, sino que también posiciona al país como un referente en el continente africano.
Además, el presidente francés reafirmó la intención de Francia de apoyar a Marruecos en su aspiración de convertirse en proveedor de energía verde para Europa, especialmente en el ámbito del hidrógeno. «Vemos en Marruecos un socio clave en la producción de hidrógeno verde que será vital para la transición energética de Europa», afirmó Macron, consolidando la posición de Marruecos como un nodo estratégico en el norte de África para la sostenibilidad y la seguridad energética. Esta visión compartida de desarrollo verde coloca a ambos países en una senda común hacia un futuro más limpio y resiliente.
Migración y Seguridad: Cooperación Necesaria
Uno de los temas más delicados que abordó Macron en su discurso fue la migración irregular, una cuestión recurrente en la relación franco-marroquí. El presidente francés solicitó una «cooperación fluida y natural» en temas consulares, subrayando la necesidad de que Marruecos facilite la repatriación de sus ciudadanos desde Francia. “Necesitamos aún más resultados”, afirmó Macron, dejando claro que el compromiso en la gestión de flujos migratorios exige un marco de “confianza recíproca” y el establecimiento de un “espacio seguro y ordenado”. La referencia a la migración refleja el interés de Francia por un enfoque colaborativo que equilibre la seguridad con el respeto mutuo y el compromiso de ambas naciones en resolver esta problemática.
Además, Macron destacó la importancia de la colaboración en seguridad, enfocándose en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, dos amenazas que afectan tanto a Francia como a Marruecos. Insistió en la urgencia de una colaboración judicial ágil y eficaz, haciendo un llamamiento a fortalecer los lazos que permitan enfrentar estos desafíos comunes. “La cooperación en seguridad debe ser rápida y eficaz”, señaló Macron, resaltando la necesidad de trabajar unidos para mantener la estabilidad en ambas naciones y en toda la región. Este énfasis en la colaboración en seguridad y migración sitúa a Marruecos como un socio indispensable para Francia en la construcción de un espacio de paz y seguridad en el norte de África y Europa.
El Futuro del Sahel y la Asociación Euroafricana
En el ámbito de la política regional, Emmanuel Macron abordó con particular énfasis el tema del Sahel, subrayando la necesidad de una estabilidad duradera y la importancia del rol de Marruecos como socio estratégico en esta región. En su discurso, el presidente francés señaló que el desarrollo económico y la educación son fundamentales para estabilizar el Sahel, una región golpeada por conflictos y extremismo, y destacó la función de Marruecos en liderar iniciativas que promuevan la “estabilidad respetuosa de los pueblos”. Esta frase refleja una visión que combina el pragmatismo con una sensibilidad cultural y geopolítica, reconociendo que la estabilidad solo puede lograrse a través de un enfoque adaptado a las particularidades de cada sociedad.
Macron también expresó su deseo de construir una “estrategia de asociación” entre Europa y África, donde el papel de Marruecos es visto como crucial para enfrentar los desafíos compartidos de migración y narcotráfico. Esta asociación euroafricana apunta a consolidar a Marruecos no solo como un puente diplomático y cultural, sino como un líder regional que puede influir positivamente en las dinámicas del Sahel. En este contexto, Macron reconoció que el “futuro de la región” depende en gran medida de estas alianzas estratégicas y de una cooperación basada en el respeto mutuo y en el desarrollo inclusivo, en la que Marruecos es un aliado indispensable para alcanzar una paz sostenible.
Un Nuevo Marco Estratégico para 2025
En la conclusión de su discurso ante el Parlamento marroquí, Emmanuel Macron planteó una propuesta que busca profundizar la relación bilateral entre Francia y Marruecos: un “nuevo marco estratégico” para el año 2025. Este acuerdo, que coincidiría con el 70 aniversario de la independencia de Marruecos, simboliza el deseo de ambas naciones de consolidar una alianza de largo plazo que abarque todos los ámbitos de cooperación. Macron sugirió que esta nueva fase podría formalizarse con una visita de Estado del Rey Mohammed VI a Francia, en la cual ambos líderes firmarían este compromiso renovado.
Esta propuesta no solo subraya el deseo de Francia de mantener una colaboración cercana y multifacética con Marruecos, sino también la intención de establecer un marco sólido y sostenible que guíe las relaciones bilaterales durante los próximos 25 años. Al proponer este nuevo marco estratégico, Macron enfatizó la importancia de trabajar juntos en áreas clave como la economía, la energía, la educación y la seguridad, asegurando que esta asociación estratégica esté orientada hacia el futuro y la prosperidad compartida.
Conclusión: Un Discurso de Amistad y Estrategia
La intervención de Emmanuel Macron ante el Parlamento marroquí simboliza un punto de inflexión en las relaciones franco-marroquíes, que reafirman su dimensión histórica y estratégica. Con el reconocimiento explícito de la soberanía marroquí sobre el Sahara y el anuncio de un marco estratégico renovado para 2025, Macron subraya la voluntad de Francia de reforzar a Marruecos como su principal aliado en el norte de África. Esta postura marca una clara diferenciación frente a Argelia, que se ha mantenido en una línea de confrontación y de políticas rígidas.
Macron ha optado por un enfoque pragmático, alineado con el desarrollo sostenible y la estabilidad en la región, abordando de manera directa los temas que afectan tanto a Francia como a Marruecos: la migración, la seguridad, la cooperación energética y el crecimiento económico compartido. Este discurso refuerza la imagen de Marruecos no solo como un socio confiable, sino como un país que se proyecta como líder en la región, destacando en áreas claves como las energías renovables y la infraestructura avanzada.
Con esta intervención, Macron envía un mensaje de intenciones claras: el «camino de la razón» está basado en la cooperación, la innovación y una visión de futuro compartida. Francia y Marruecos consolidan así una alianza que, más allá de los lazos históricos, se orienta hacia la construcción de un futuro de progreso y estabilidad en el norte de África.