Rue20 Español/ Fez
Meryem Ghoua
A pesar de su mal comienzo, Abdessamad Ezzalzouli pudo resurgir de sus cenizas gracias a la confianza inquebrantable del entrenador nacional, Walid Regragui. En este inicio de temporada, Abde Ez se consolida como un activo imprescindible, tanto para el Real Betis como para la selección marroquí.
Desde su llegada al frente de la selección marroquí en agosto de 2022, Walid Regragui ha demostrado una cualidad esencial en un entrenador: la fe inquebrantable en sus jugadores, incluso en los momentos más difíciles.
En varias ocasiones, el técnico Regragui ha demostrado su capacidad para revitalizar y defender a sus jugadores en dificultades. Este fue el caso de Youssef En-Nesyri antes del Mundial de Qatar 2022, cuando el delantero atravesaba un periodo complicado en Sevilla. Lo mismo ocurre con Azzedine Ounahi con el Olympique de Marsella, con Nayef Aguerd, Romain Saïss y, más recientemente, Abdessamad Ezzalzouli.
Desde sus primeras apariciones con los colores del FC Barcelona y luego de Osasuna, Abde Ez supo captar la atención gracias a su estilo de juego dinámico, su regate impactante y su agilidad. Sin embargo, esta brillantez a menudo se ha visto contrarrestada por una falta de coherencia.
Su traspaso al Real Betis le dio una nueva plataforma para afirmarse, pero su primera temporada en el club andaluz estuvo marcada por la irregularidad. En 38 apariciones, sólo marcó 5 goles, un récord decepcionante para un jugador de su potencial.
Pese a estas dificultades en el club, el técnico Regragui siempre ha mostrado una gran confianza en su León. Incluso durante la Copa Africana de Naciones Costa de Marfil-2023, donde el jugador no cumplió con las expectativas depositadas en él, el técnico persistió en apoyarlo, como hizo con otros talentos en tiempos de duda. De hecho, Abde rindió mal, pero eso no lo excluyó permanentemente de los planes de Regragui.
El punto de inflexión decisivo se produjo durante los Juegos Olímpicos de París 2024. Tras un primer partido complicado, Abde Ez explotó convirtiéndose en una de las grandes revelaciones del torneo. Con 2 goles y 3 asistencias en 6 partidos, participó activamente en 5 de los 17 goles marcados por la selección olímpica marroquí, desempeñando un papel crucial en el camino del equipo hacia la conquista de la medalla de bronce. Este torneo supuso un auténtico renacimiento para el número 10 del club verdiblanco, que por fin ha empezado a estar a la altura de las expectativas.
Desde esta epopeya olímpica, Abde Ez sigue demostrando que tiene su sitio entre los titulares, tanto en la selección como en el club andaluz. A nivel de clubes, el extremo de 22 años ha disputado 12 partidos en todas las competiciones al inicio de la temporada, con 3 goles y 1 asistencia en su haber. En la selección, Abde ha marcado 2 goles en 5 partidos desde su vuelta a la forma.
Esta metamorfosis probablemente no se habría producido sin la confianza de Walid Regragui, quien, durante la rueda de prensa del primer partido de la fase de grupos del Mundial 2022, declaró: “debemos apoyar siempre a nuestros jugadores, como el pequeño Abde. Cuando regresa a casa, tiene mi confianza. Será un gran jugador. Tenemos que apoyarlo y aunque pierda el balón no importa, la gente está con él».
Estas palabras ilustran perfectamente la filosofía de Regragui, quien sabe que el talento necesita apoyo para florecerse plenamente. Abde es ahora uno de los beneficiarios de este enfoque y no hay duda de que se está convirtiendo en un jugador clave, tanto para el Betis como para los Leones del Atlas.