Rue20 Español/Rabat
Abdul Basith Syed FRSA, presidente fundador de World Humanitarian Drive (WHD), presentó ante la ONU una contundente defensa de la soberanía marroquí sobre el Sáhara.
Syed, basándose en sus encuentros con diversas tribus, asegura que «la paz no es algo que se desea, es algo que se hace; algo que se hace, algo que se es y algo que se da».
Esta afirmación subraya su compromiso con una solución pacífica y pragmática al conflicto artificial; una solución que, según él, reside en la iniciativa de autonomía marroquí.
Syed destaca el amplio apoyo internacional a la iniciativa de autonomía marroquí para el Sahara, que considera que cumple con los requisitos del Consejo de Seguridad de la ONU.
Contrasta este apoyo con la situación en los campamentos de Tinduf, donde, según él, el Frente Polisario mantiene a esta población retenida en «condiciones inhumanas».
Denuncia las graves violaciones de derechos humanos cometidas por el Polisario, incluyendo desapariciones, detenciones arbitrarias y la privación de libertad, afirmando que «esta población está atrapada en los campamentos de Tinduf sin el bien humano más preciado: la libertad».
La admisión de crímenes por parte de líderes del Polisario en 2023, según Syed, es una prueba irrefutable de estas atrocidades.
Syed también destaca el desarrollo económico en el Sáhara marroquí. Cita las importantes inversiones en infraestructura, la creación de miles de empleos y el significativo retorno económico para la región: «Por cada libra recaudada en impuestos del Sáhara, la región ha recibido alrededor de 7 libras a cambio, lo que la convierte en una de las regiones más desarrolladas de Marruecos».
La alta participación en las elecciones nacionales de 2021, superior al 66%, se presenta como una prueba adicional de la integración exitosa de la población del Sáhara en la sociedad marroquí.
Finalmente, Syed rechaza las alternativas propuestas a la iniciativa de autonomía marroquí, calificándolas de poco realistas y carentes de una visión para el bienestar de esta población.
Concluye su discurso enfatizando que la resolución del conflicto artificial en el Sáhara marroquí «contribuiría a la seguridad, la estabilidad y la prosperidad de toda la región, y al hacerlo, derrotaría el auge del fundamentalismo y el extremismo que se alimenta de los agravios y la pobreza».
Su postura final es inequívoca: «el plan de autonomía de Marruecos es la única solución seria, creíble y realista. Como ‘la paz no puede mantenerse por la fuerza, sólo puede lograrse mediante el entendimiento'».
La declaración de Syed representa una firme defensa de la posición marroquí, presentando una narrativa alternativa al conflicto que se centra en el desarrollo, la integración y la paz.