Rue20 Español/ Asunción
Ignacio Martinez*
Una especial atención brindó el Rey Mohamed VI a la cuestión del Sáhara marroqui dirigido al Parlamento con motivo de la apertura de la I sesión del IV año legislativo de la XI legislatura. El repaso de su discurso fue íntegro, profundo, real y ambicioso. Abarcó la gestión, tanto a nivel del interior de Marruecos como que lo es la cuestión ante el desafiante mundo exterior, pero siempre, en ambos casos, teniendo en primer lugar a los lugareños del Sur.
Ese progresivo avance del Sáhara marroquí fue posible mediante la acción, la determinación y la pasión en el ejercicio del Trono. Toda esa estrategia lúcida y visión clara tuvieron como base de legitimación los derechos históricos, a pesar del contexto internacional, hoy por hoy, difícil y complejo, al que se debe agregar esa infame campaña de odio y encono que encamina Argelia y su primer brazo armado; el Polisario.
Sin embargo, la verdad siempre triunfa. Por eso el Rey, claramente, hizo notar que la República Francesa respalda la soberanía sobre la totalidad del territorio del Sáhara, apoyando la iniciativa de autonomía, en el marco de la unidad nacional e integridad territorial, como única base para el arreglo de una propaganda regional, ya de por sí viciada por la mentira, el engaño y la malicia.
La mención a Francia, corresponde destacar, más todavia cuando es miembro permanente del Consejo de Seguridad e influyente voz en la escena internacional. Dicho reconocimiento es un enorme aval a los esfuerzos desplegados en el seno de las Naciones Unidas a fin de asentar las bases de un proceso político capaz de conducir a una solución definitiva, contundente y firme en el marco de la legítima soberanía marroquí.
La postura sólida de Francia se suma al reconocimiento de otras naciones poderosas e influyentes como miembros permanentes del Consejo de Seguridad, como los Estados Unidos de América. No sólo hay apoyo en Europa y América, pues bien lo mencionó Mohammed VI, hay plena adhesión también de los Estados árabes y africanos, que libres y soberamente están con la integridad territorial del Reino. Incluso, varios de ellos han abierto sus respectivos consultados en El Aaiún y Dakhla.
En fin, el tiempo siempre es aliado de la transparencia, y con el correr de los días, meses y años, estarán otros más países reconociendo el Sáhara marroquí, como ya es la misma España, y demás mayoría de los países de la Unión Europea. Algo similar sucede en América, ni qué decir en África y en la sociedad árabe. Es que el mundo se está uniendo en justicia con el Sáhara marroquí.
Como podrá notarse, la irritación y el malestar de Argelia y el Polisario, necesariamente, seguirán, a no ser que entren en razón. Pues el «proceso de desarrollo socioeconómico y cultural que conoce el Sáhara marroquí, afianzando su posición en tanto que eje de comunicación e intercambios entre Marruecos y su profundidad africana», como bien lo citó el Rey, continuará para bien de la población, que se merece una vida de paz.
Por nuestro lado, como parte de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos Amigos de Marruecos (APLAM), es nuestro deber
colaborar con la proclama del Rey Mohammed VI para «dar a conocer la justicia» de la causa del Sáhara marroquí frente a la tergiversación, manipulación y bastardeo de argelinos y polisarios. Para ese bien de hacer saber la verdad, se tiene favor la contundencia de «las pruebas y argumentos jurídicos, políticos, históricos y espirituales que confirman la legitimidad de la marroquinidad del Sáhara», como sabia y fielmente ilustró el Rey Mohammed VI ante el Parlamento.
*Presidente de la Asociación de Periodistas Latinoamericanos Amigos de Marruecos (APLAM)