Rue20 Español/Rabat
Ante la persistente sequía, Cataluña busca inspiración en Marruecos para reforzar sus recursos hídricos.
El Reino, que vino sufriendo una sequía aún más intensa, ha implementado medidas como la construcción de plantas desalinizadoras móviles, principalmente para uso agrícola, y planea construir dos plantas desaladoras adicionales para 2030, con una capacidad de producción de hasta 1.700 millones de metros cúbicos de agua al año.
Cataluña, siguiendo este modelo, apuesta por la desalación como estrategia clave. La desalinizadora de la desembocadura del río Tordera, en Blanes, ha batido su récord histórico anual de producción con 14,4 hm³, según la Agència Catalana de l’Aigua (ACA).
El Govern ha anunciado esta semana la posible construcción de una nueva desalinizadora en el norte de la Costa Brava para 2032.
Además, se prevé la ampliación de la planta de Tordera (Tordera II) para 2029, con una inversión de 290 millones de euros, lo que aumentaría su capacidad de 20 a 80 hectómetros cúbicos.
Con estas medidas, el Govern espera disponer de hasta 280 hectómetros cúbicos adicionales de agua para 2030.
Mientras que España cuenta con casi 765 desalinizadoras que producen 1.800 hm³ de agua al año, la planta de El Prat, la mayor de Europa, abastece a 4,5 millones de habitantes con una producción de hasta 60 hm³/año, destacando la importancia de estas infraestructuras en la lucha contra la escasez de agua.
El ejemplo de Marruecos, con su apuesta decidida por la desalación, sirve como referencia para Cataluña en la búsqueda de soluciones a largo plazo para garantizar el suministro de agua.