Rue20 Español/Tánger
El Abbas Tahri Joutey Hassani
Ya percibido como un centro para los países europeos que buscan desarrollar fábricas de automóviles, Marruecos se está consolidando cada vez más como un actor estratégico en este sector vital.
No solo eso, el Reino se posiciona como el cuarto proveedor de productos automotrices exportados a España, según confirmó recientemente el periódico ibérico AS.
De acuerdo con el Observatorio de Complejidad Económica (OEC), las piezas y accesorios de motor representan el 5,04% de las exportaciones marroquíes al mercado ibérico.
Esta dinámica se inscribe en un contexto en el que la industria automotriz española, que juega un papel crucial en la economía nacional, ensambló 2,45 millones de vehículos en 2023 gracias a la implantación de nueve grupos multinacionales en el territorio.
La industria automotriz española es mucho más que un simple sector industrial. Genera alrededor del 10% del PIB nacional y constituye el 18% de las exportaciones totales del país.
Además, España se ha convertido en un centro para los coches eléctricos, con más de 40 modelos de vehículos fabricados, de los cuales 22 cuentan con una versión eléctrica.
Esto demuestra una voluntad de innovación y adaptación a las nuevas exigencias del mercado mundial, especialmente en materia de sostenibilidad.
La posición de Marruecos en este panorama se vuelve cada vez más preponderante.
Citado por la misma fuente, Adil Zaidi, presidente de la Federación de la Automoción de Marruecos, afirma que «a pesar de la caída del 22% de las ventas de automóviles en Europa, las exportaciones marroquíes de piezas de automóviles han crecido un 26%. Esta cifra ilustra la mejora en la calidad de los productos marroquíes, que responden eficazmente a las expectativas de los consumidores internacionales, especialmente los europeos».
Este crecimiento también está respaldado por un entorno empresarial favorable. Marruecos atrae hoy en día a cerca de 250 empresas internacionales, que desarrollan actividades no solo para el mercado local, sino también para la exportación a diversas regiones.
Esto se explica en parte por la competitividad de los costes de producción, que son un 20% más bajos que los observados en Europa, junto con acuerdos aduaneros ventajosos con 53 países, cifra que debería aumentar a 92 gracias a nuevos acuerdos en África.
Empresas de primer nivel como Renault y Stellantis ya han instalado sus fábricas en Marruecos.
En Casablanca, las plantas de Somaca se concentran en modelos populares como el Dacia Logan, el Sandero y el Sandero Stepway.
En Tánger, se encuentran modelos como el Dacia Lodgy y el Peugeot 208. Estas fábricas juegan un papel clave no solo en la producción local, sino también en la estrategia de exportación hacia mercados externos. Una mano de obra cualificada, joven y talentosa complementa la oferta marroquí.
El impacto de la industria automotriz en la economía marroquí es considerable. Al generar una facturación anual de 200.000 millones de euros, este sector emplea a cerca de 200.000 personas, ofreciendo perspectivas de empleo y desarrollo en todo el país.
La existencia de un ecosistema dinámico en torno al automóvil, que incluye proveedores locales y empresas de componentes, refuerza aún más esta dinámica.
Marruecos no se limita a desempeñar un papel pasivo; se compromete activamente en una transición hacia prácticas más sostenibles e innovadoras.
El énfasis en los vehículos eléctricos y la integración de tecnologías avanzadas son prueba de esta voluntad.
Al fortalecer sus infraestructuras e invertir en investigación y desarrollo, Marruecos aspira a convertirse en un líder en el ámbito de la movilidad sostenible.
Por lo tanto, con una visión estratégica clara y activos innegables, Marruecos se afirma como un pilar fundamental de la industria automotriz mundial.
La creciente colaboración con actores europeos, junto con una capacidad de innovación y costes de producción competitivos, auguran un futuro prometedor para el sector automotriz marroquí, convirtiendo a este país en un modelo a seguir para otras naciones que buscan el desarrollo industrial.