Rue20 Español/ Madrid
Entrevista realizada por Roberto Macedonio
Juan Pablo Guanipa es una de las principales figuras políticas de Venezuela y un defensor incansable de la democracia en su país. Con más de 25 años de lucha, ha ocupado cargos clave como vicepresidente de la Asamblea Nacional y gobernador del estado Zulia. Actualmente, lidera el partido Primero Justicia y se encuentra al frente de una intensa campaña para que se reconozca a Edmundo González Urrutia como el presidente electo, tras las controvertidas elecciones del 28 de julio. Guanipa y otros líderes de la oposición han presentado pruebas contundentes en forma de actas electorales para respaldar su victoria.
En esta entrevista exclusiva, Guanipa destaca el papel crucial de Marruecos, el primer país africano en condenar la falta de democracia en Venezuela y en exigir un proceso más transparente y democrático. El político venezolano subraya la importancia de fortalecer las relaciones entre la oposición venezolana y el Reino de Marruecos, y enfatiza la necesidad de colaboración internacional para avanzar hacia la restauración de la democracia en su país.
Lo que sigue es una entrevista exclusiva para Rue20 Español, en la que Guanipa analiza en profundidad estos temas clave.
Roberto Macedonio: Señor Guanipa, en primer lugar, gracias por aceptar esta entrevista y por atendernos.
Juan Pablo Guanipa: A tu orden siempre, hermano. Aquí estoy para ustedes.
— Usted es una de las personas que más comprometida está con la causa democrática en Venezuela, no solo desde ahora sino desde hace años. ¿Cuál es la situación en este momento, cuando han pasado ya algo más de un mes desde los controvertidos y cuestionados comicios?
— Fíjate que tú dices eso y se me viene a la memoria que tenemos 25 años luchando en contra de lo que ha sido una dictadura de Chávez y Maduro. Eso nos ha llevado a dedicar la época más productiva de nuestras vidas; es decir, hemos dedicado la época más importante en materia de productividad a luchar contra un régimen dictatorial. Y eso lo recuerdo por lo que dijiste al principio.
Ahora, ¿cómo están las cosas un mes y tanto después del 28 de julio? Nosotros vemos un pueblo en Venezuela que está absolutamente comprometido con el cambio político, que ha asumido la necesidad de que ese cambio se produzca como la apertura al ingreso de Venezuela al siglo XXI, como la posibilidad de iniciar un gran proceso de reconstrucción y transformación nacional. Así que yo veo un pueblo totalmente comprometido.
Cada vez que invitamos a la gente a salir a la calle a manifestar, la gente sale masivamente, a pesar de la represión, a pesar de la persecución, a pesar del afianzamiento de un régimen dictatorial que quiere, a través de la fuerza, mantenerse en el poder, y para eso han radicalizado su actitud.
Entonces, desde esa perspectiva, veo un alto compromiso en la dirigencia también, y en la comunidad internacional. También veo un alto compromiso que se traduce no solamente en las declaraciones que distintos organismos internacionales han dado, sino en la actitud de los presidentes, de los dirigentes políticos, de los congresistas, de los miembros de gobierno, de oposición, de derechas, de izquierdas, de todos los sectores. O sea, creo que hay una solidaridad internacional con la causa venezolana.
Y eso tiene una explicación: hay un pueblo que ha tomado una decisión, esa decisión ha sido demostrada. Es decir, todo el mundo sabe qué fue lo que pasó el 28 de julio en Venezuela; lo pudimos demostrar, lo cual es un gran avance. Ahora nos toca entonces seguir luchando interna y externamente para consolidar ese resultado electoral.
— Sin embargo, señor Guanipa, pese a esa actitud que usted relata de la gente que está luchando por la democracia en su país, el gobierno de Nicolás Maduro se niega a abandonar el poder, se niega cualquier otra posibilidad más que aferrarse al Palacio de Miraflores. ¿Qué tiene que pasar entonces para que haya una transición hacia la democracia en Venezuela?
— Bueno, mira, lo que hace el régimen de Maduro es huir hacia adelante, eso es lo que hacen: radicalizarse, intensificar un proceso de persecución contra cualquiera que opine distinto a lo que ellos quieren imponer como una verdad, lo cual no es en ningún momento ninguna verdad.
Entonces, a nosotros nos toca seguir dando la pelea internamente, seguirla dando con la presión internacional, y con esas dos presiones tratar de socavar las bases que sostienen a Maduro en el poder.
¿Cuáles son esas bases? Por un lado, la Fuerza Armada Nacional; yo no estoy contando con el alto mando militar, pero sí con las fuerzas medias. Y por otro lado, las supuestas instituciones, porque en Venezuela realmente no hay instituciones. Instituciones se traducen en reglas y, lamentablemente, en Venezuela no hay instituciones, no hay reglas. Lo que hay es un grupo de personas dirigiendo los poderes públicos que son afectos todos a Nicolás Maduro y que han hecho una alianza para delinquir.
Entonces, también socavar esas bases, no pensando en quién dirige el Ministerio Público, no pensando en quién dirige el Tribunal Supremo de Justicia o el Consejo Nacional Electoral, sino en esos sectores medios que, con la presión que se está desarrollando a nivel nacional e internacional, podrían sacar información que puede ayudarnos a lograr que Maduro salga del poder. Esa es la apuesta que estamos haciendo.
— Señor Guanipa, hay mucha preocupación también por esa orden de detención que se ha emitido contra el señor Edmundo González Urrutia. ¿Corre peligro en este momento el candidato presidencial o el presidente electo, aunque no de facto por el momento?
— Bueno, mira, él es el presidente electo de todos los venezolanos. Ahí están las actas, las hemos demostrado, las hemos probado y distintas organizaciones internacionales las han revisado, examinado, y han dicho que tienen toda la veracidad y que pueden producirse cualquier proceso de revisión. Gracias a Dios, las actas están totalmente legales, no son falsas.
Por eso el régimen nunca presentó ninguna acta, no tienen cómo hacerlo, porque las actas las presentamos nosotros. Y te repito, gracias a Dios pudimos hacerlo, a pesar de que ellos impedían que las actas se entregaran a los testigos. Pudimos tener el 83% de las actas.
¿Que si está en peligro Edmundo? Claro que está en peligro, claro que sí. Todos los dirigentes opositores estamos en peligro. Por eso Edmundo no fue a ninguna de las citaciones que le hizo el Ministerio Público y por eso no está en su casa, está resguardado. Tiene que evitar que lo detengan. Ya lo han sentenciado, ya han dicho cuáles son los delitos que se le imputan, y son delitos que, si no estuviéramos en la situación dramática que estamos en el país, darían risa. Por ejemplo, se dice que Edmundo usurpó funciones porque afirmó que había ganado, y eso, según ellos, solo lo puede decir el Consejo Nacional Electoral. ¡Eso es una vulgaridad, eso no tiene sentido! No es usurpación de funciones, es simplemente asumir la realidad de lo que pasó.
También dicen que falsificó documentos públicos. ¿Cuál falsificación, si las actas que presentamos son absolutamente reales? Los delitos que le imputan son los mismos que, en todo caso, podría haber cometido el régimen de Nicolás Maduro. Porque, si alguien falsificó algo, fue ese Consejo Nacional Electoral que emitió un boletín diciendo que Maduro había ganado, y eso es totalmente falso.
Ellos tienen esa costumbre: alardear de lo que carecen y acusarnos a nosotros de los delitos que ellos mismos cometen. Y, como tienen el control de todos los poderes públicos, es muy difícil que uno vaya y se presente como cualquier ciudadano, pensando que va a tener derecho a la defensa o que va a haber un proceso legítimo o debido proceso. Eso no existe en Venezuela. Entonces, creo que está haciendo bien al no presentarse, y por eso se resguarda.
— Señor Guanipa, usted también, como dirigente político, imagino que está amenazado. ¿Qué tipo de medidas toma para evitar ser detenido? Porque ahí está la orden contra el señor González Urrutia, pero también hay otros líderes políticos que han sido detenidos, y uno de ellos podría haber sido usted.
— Desde el principio… desde el principio, yo tengo un ángel en el cielo que ha impedido que me detengan, porque ya han sido tres veces en las que he estado cerca de ser detenido. La última fue en la manifestación que hicimos el día 28 de agosto, al cumplirse un mes del triunfo electoral. Allí también fuimos perseguidos. Gracias a Dios, yo he tenido un equipo con el que me he organizado, y bueno, estando en moto es más sencillo o menos complicado poder escaparse, escabullirse ante la persecución.
Pero sí, estamos todos en eso, y por eso también tengo que estar resguardado, salvo puntualmente cuando hay una convocatoria de calle, porque pienso que tenemos la obligación de acompañar a la gente. Si aquí han perseguido a tanta gente, si aquí han detenido a cerca de 2.500 personas y las han mandado a cárceles de máxima seguridad como si fueran delincuentes —que sabemos que no lo son— y, a pesar de eso, la gente sigue asistiendo a las convocatorias, ¿cómo no vamos a ir nosotros?
Yo creo que tenemos la obligación de ir y de correr los riesgos que tengamos que correr para que todos nos acompañemos, para que unos acompañemos a otros y para que sintamos que seguimos en esta lucha por restituir la democracia y la libertad en Venezuela. Así que también estamos expuestos, pero también tenemos la obligación de actuar.
—¿Qué le parecen los últimos movimientos que ha habido en el tablero internacional? Estados Unidos reconoce a González Urrutia, pero la Unión Europea no toma partido por ninguno de los dos candidatos. Aunque dice que no reconoce la victoria de Nicolás Maduro, tampoco reconoce a Edmundo González Urrutia como presidente electo. ¿Qué le están pareciendo todos estos últimos movimientos?
— Mira, primero, que nadie reconozca a Maduro es algo muy importante. Es muy difícil pedir que reconozcan a González Urrutia en el sentido de que, bueno, faltan todavía días, semanas, meses para que haya la transmisión de mando en Venezuela. Y creo que eso puede ayudar; ese tiempo, aunque algunos piensan que favorece a Nicolás, yo creo que no. Yo creo que ese tiempo ayuda, primero, porque Nicolás sigue cometiendo errores, y cada día comete un error mayor que el anterior, y eso lo va deslegitimando cada vez más.
Por otro lado, nosotros tenemos la obligación de continuar, de seguir, y de lograr más apoyo nacional e internacional que permita que podamos estar en una mejor situación con el paso del tiempo. Así que creo que las cosas se están dando.
Yo no puedo pedirle a la comunidad internacional que tenga el ritmo que yo aspiro, porque el ritmo que yo aspiro es que ya todos estén claros en la realidad, que todos manifiesten que quien ganó fue Edmundo González, que todos digan que Maduro es un dictador. Eso es lo que yo aspiro. Pero creo que debo respetar los ritmos y los procesos de cada país, que tienen que ver no solo con el poder ejecutivo, sino también con el poder legislativo.
Ya hemos visto varios senados de distintas partes de América Latina que se han comunicado con la Corte Penal Internacional, luego de decidir algunas cuestiones que tienen que ver con la posibilidad de que se libre una orden de captura contra Nicolás Maduro. Yo no tengo duda alguna de que Maduro es un delincuente, de que Maduro es un dictador sangriento y una persona que le ha hecho profundo daño a nuestro país.
No solo es un daño político. Ese daño político ha derivado en consecuencias económicas y sociales que han llevado al país a una situación de depauperación impresionante, lo que ha obligado a 8 millones de venezolanos a huir de Venezuela, arriesgando su vida. Imagínate tú, arriesgar la vida para tratar de salvarla. Meterse en la selva del Darién para librarse de la situación en Venezuela. Imagínate la situación a la que han llegado esos 8 millones de venezolanos para irse de la forma en que lo han hecho: algunos caminando miles de kilómetros, otros sin nada en el bolsillo, y otros arriesgándose al cruzar esas selvas de Centroamérica.
Lo que ha vivido el país es muy grave, y el culpable de todo eso se llama Nicolás Maduro. No son ni siquiera las sanciones. Las sanciones son estrategias tácticas que toman distintos gobiernos cuando se acaba con la democracia en un gobierno de la región, con la intención de presionarlos para que regrese la democracia. Yo, sencillamente, creo que es una decisión unilateral de esos países, y está bien.
Lo que yo veo gravísimo es que la peor sanción que tenemos los venezolanos es la permanencia de Maduro en el poder. Esa es la peor de las sanciones.
— Señor Guanipa, hemos hablado de Estados Unidos y de la Unión Europea, pero fijémonos también en el continente africano. Marruecos está siendo el país que, desde África, lidera la bandera de la democracia en la causa venezolana. Se convirtió en el primer Estado que condenó la falta de democracia en el proceso electoral. ¿Qué le parece la postura que ha adoptado Marruecos en este caso?
—Mira, primero la reconozco y la aplaudo. Yo creo que, más allá del sistema político que cada uno tenga —si tienes monarquía, si tienes democracia, si tienes monarquía constitucional—, el régimen que cada país decida darse siempre tiene que tomar en cuenta al pueblo, siempre tiene que tomar en cuenta la opinión de la gente.
Y cuando Marruecos actúa de esta forma, está tomando en cuenta la opinión del pueblo venezolano, está asumiendo que hay una gran mayoría de venezolanos que tomó una decisión, y que, si nuestro sistema es democrático, quiere decir que es el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. El pueblo tomó una decisión, el pueblo actúa, y el pueblo debe ser respetado en esa toma de decisión. Eso es la soberanía popular, y eso es lo que ha respetado Marruecos, y yo lo agradezco profundamente.
— ¿Qué le parece el liderazgo que ha tomado Marruecos en un continente donde otros países tienen quizás carencias democráticas? En el caso de Marruecos, estamos hablando de un país donde los ciudadanos ya ejercen su voto libremente en las urnas y eligen a sus representantes políticos. Es una monarquía constitucional. ¿Qué le parece que este país, abanderado de la democracia en África, haya dado un impulso también desde un continente donde otras naciones todavía no han condenado a Nicolás Maduro? ¿Qué le parece que Marruecos sí lo haya hecho con tanta contundencia?
— Mira, me parece que a ellos se les presenta un reto inmenso, en un continente que no está precisamente marcado por la democracia, en un continente donde hay gobiernos autoritarios y muchas confrontaciones internas que afectan el desarrollo político, económico y social. Entonces, creo que abanderar una lucha por la democratización, por el respeto al Estado de derecho, a la separación de poderes, al respeto de los derechos humanos, y a una constitución que debe tener primacía frente a cualquier otra ley, pero que también debe cumplirse el principio de legalidad, de manera que todos los ciudadanos se sometan a la ley, es un reto inmenso para Marruecos. Les auguro éxito en ese reto, porque todo lo que signifique democratizar cualquier continente es democratizar el mundo, y eso va a permitir que tengamos un mundo mucho mejor.
— ¿Cree que dando este tipo de pasos, Marruecos podría convertirse en un aliado de la democracia en Venezuela, en África, un aliado de la oposición y, en definitiva, de la libertad del pueblo venezolano desde África?
— Mira, yo creo que ya lo es, sin mayor comunicación, sin mayor interrelación o articulación. Creo que Marruecos ya es un aliado, y eso hay que fortalecerlo. Creo que el liderazgo opositor, tanto de María Corina como de Edmundo, debería acercarse mucho más a Marruecos, y a través de Marruecos acercarse también a la realidad africana para influir en ella. Esto permitirá crear un proceso que les permita vivir mucho mejor y que, además, ayude a todo el mundo.
— Señor Guanipa, cuando me estaba dando la primera parte de la respuesta, se ha congelado la videollamada. Entonces, le voy a repetir la pregunta para poder capturarla correctamente y con calidad de imagen. Hablábamos de ese fortalecimiento de las relaciones entre la oposición venezolana, la libertad y la democracia en Venezuela con Marruecos. Usted me decía que debe haber una aproximación entre Marruecos y la democracia en Venezuela.
— Sí, lo que te digo es que, si Marruecos ha actuado como ha actuado, sin mayor articulación con la alternativa democrática venezolana, es porque lo han hecho por convicción. No quiere decir que nosotros hicimos un lobby y, a través de ese lobby, logramos un apoyo. No, ellos lo han hecho con la convicción de saber que en Venezuela se tomó una decisión, y esa decisión debe ser respetada.
Creo que eso debe influir mucho, no solo en África, sino en otros países donde hay una intención de hegemonizar el poder. Hablo de Asia, hablo de Europa Oriental, y creo que todo eso debe ayudarnos. Marruecos puede tener una labor importante en la promoción de valores como la democracia, la libertad, la solidaridad, el pluralismo, y el respeto al Estado de derecho. Todos son valores fundamentales, a mi modo de ver, que pueden ayudar a que un país funcione mejor. Y si un país funciona mejor, sus vecinos también lo harán. Así, se va logrando un mejor continente y un mejor mundo.
— Entonces, ¿será Marruecos un buen aliado?
— Claro, claro que sí. Hay que acercarse a Marruecos.
— Señor Guanipa, por último, ¿qué va a pasar en Venezuela en los próximos días y semanas?
— Bueno, vamos a continuar. Yo creo que tenemos una férrea vocación de continuar en la lucha por la democracia y la libertad. Sabemos los riesgos a los que nos sometemos, conocemos las dificultades que se presentan, pero tenemos la responsabilidad de continuar, y es lo que estamos haciendo.
Vamos a continuar con la presión interna, que tendrá distintas perspectivas. No solamente la perspectiva comunitaria, es decir, en los sectores donde la gente vive, sino también la perspectiva sectorial, con los distintos gremios profesionales y no profesionales manifestándose. Además, las convocatorias masivas que hemos hecho van a seguir.
Vamos a continuar con toda la fuerza que nos da haber ganado el proceso electoral el 28 de julio. Pero, además, seguiremos fomentando el apoyo internacional, para lo cual nos hemos movido bien, gracias a Dios. Nos hemos movido bien porque tenemos la fuerza de la razón, la fuerza de la verdad y la fuerza de la prueba que presentamos para demostrar el triunfo electoral.
Seguiremos con esa presión interna y esa presión internacional, y trabajaremos para lograr que el 10 de enero quien seguramente sea Edmundo González Urrutia asuma como el nuevo presidente de Venezuela. Es una lucha titánica, es una lucha heroica, pero estamos dispuestos a llevarla adelante.
— Suerte en su lucha, y gracias por atender esta entrevista.
— Gracias a ti, Roberto. Un abrazo, un fuerte abrazo.