Redacción Rue20 Español/ Rabat
En la 52ª sesión regular del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, que tuvo lugar en Ginebra, se volvió a poner sobre la mesa la difícil situación que viven los retenidos en los campamentos de Tinduf, en Argelia. Estos campamentos, gestionados por el Frente Polisario, han sido foco de repetidas denuncias por graves violaciones de derechos humanos.
Durante las discusiones, Marruecos reiteró su denuncia sobre los abusos sistemáticos que sufren los saharauis, desde torturas hasta detenciones arbitrarias, además del reclutamiento forzoso de menores, una realidad alarmante que no puede ser ignorada. Lo más preocupante es que el Polisario actúa con total impunidad. La poca supervisión internacional está dejando a los saharauis en condiciones cada vez más duras y precarias.
Uno de los momentos más impactantes de esta sesión fue hablar abiertamente sobre las ejecuciones extrajudiciales. Las historias de horror desde Tinduf son aterradoras. El miedo constante se ha vuelto parte de la vida diaria allí. Marruecos, junto a otras voces en la sesión, insistió en la urgencia de realizar una investigación independiente que pueda sacar a la luz quiénes son los responsables de estas atrocidades y devolverles la dignidad a aquellos que la han perdido.
Además, Marruecos destacó que el gobierno argelino, como país anfitrión, tiene una responsabilidad directa en lo que sucede en estos campamentos. ¿Cómo podemos esperar proteger a las víctimas si Argelia no permite el acceso a observadores imparciales? La comunidad internacional debe exigir que Argelia abra sus puertas a las organizaciones de derechos humanos.
El consenso entre los estados y ONGs presentes fue claro: no se puede seguir mirando hacia otro lado. Decenas de miles de saharauis han vivido en estos campamentos durante décadas, atrapados en una pesadilla sin fin.
La 52ª sesión del Consejo de Derechos Humanos nos dejó un mensaje contundente: es hora de actuar. No podemos, ni debemos, ignorar la vulnerabilidad extrema de estos refugiados, que merecen vivir con seguridad y dignidad.
