Rue20 Español/Fnideq
El Abbas Tahri Joutey Hassani
Las fuerzas del orden lograron detener un asalto masivo de migrantes indocumentados en la ciudad ocupada de Ceuta durante la noche del sábado al domingo 15 de septiembre.
Las regiones aledañas a la ciudad ocupada fueron escenario de escenas de ida y vuelta entre las fuerzas públicas y grupos de migrantes, quienes se presentaron en un número sin precedentes para intentar asaltos colectivos en respuesta a una campaña digital que incitaba a la migración.
Esta campaña, acompañada de lemas como «Cita el 15/9» y «15/9 Fnideq – Ceuta», atrajo a cientos de jóvenes y adolescentes provenientes de diversas ciudades marroquíes, así como personas de países magrebíes, Oriente Medio y África subsahariana.
A pesar del dispositivo de seguridad reforzado con refuerzos de la Gendarmería Real, las operaciones de rastreo y arrestos preventivos, así como la instalación de puntos de control en las principales carreteras que conducen al norte, incluyendo registros de vehículos y controles de personas sospechosas en las estaciones, grandes grupos de migrantes lograron llegar a la ciudad de Fnideq, que es el último punto antes de Ceuta.
Los migrantes intentaron cruzar las barreras de seguridad cerca de Bab Sebta utilizando peligrosos caminos montañosos o ingresando a la ciudad por barrios populares alejados de la vista.
En Fnideq, las calles se convirtieron en escenario de enfrentamientos y persecuciones, donde las fuerzas públicas fueron atacadas con piedras por los migrantes, lo que llevó a las autoridades a realizar varios arrestos entre ellos.
Según varios vídeos que circulan en las redes sociales, los habitantes de varios barrios residenciales de la ciudad se manifestaron en contra de los migrantes que intentaban ingresar a sus barrios en busca de refugio o un lugar para esconderse antes de continuar su viaje hacia la frontera.
Las autoridades procedieron en las primeras horas de este domingo 15 de septiembre a operaciones de devolución de los menores a sus ciudades de origen, mientras que los migrantes de otras nacionalidades fueron puestos bajo vigilancia judicial.
Por otro lado, las autoridades españolas en Ceuta ocupada se encontraban en estado de alerta, habiendo reforzado la presencia de sus fuerzas de seguridad a lo largo de la valla separadora.
Existía una gran preocupación entre las autoridades españolas por la posibilidad de que los migrantes intentaran escalar la valla, una estrategia utilizada con frecuencia en este tipo de intentos, lo que llevó a un refuerzo de sus intervenciones con helicópteros que vigilaban la frontera para asegurar una cobertura aérea y detectar cualquier movimiento sospechoso.