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Las perspectivas de crecimiento de la economía nacional a corto y medio plazo siguen siendo optimistas, a pesar de la presión sobre las cadenas de suministro mundiales y las incertidumbres vinculadas a los mercados de productos básicos, según el informe de ejecución presupuestaria y de encuadre macroeconómico trienal 2025-2027 que acompaña el proyecto de ley de finanzas (PLF) del próximo año.
“Tras un fuerte crecimiento previsto para 2025, impulsado principalmente por el repunte significativo del valor añadido agrícola, el crecimiento debería desacelerarse hasta alcanzar el 4,1% en 2026 y el 4,2% en 2027″, indica este informe publicado en el sitio web del Ministerio de Economía y Finanzas.
El consumo final interno seguirá desempeñando un papel preponderante, con una contribución al crecimiento del producto interior bruto (PIB) de 3,6 puntos en 2026 y de 3,2 puntos en 2025, según la misma fuente, que añade que la formación bruta de capital fijo (FBCF) debería mantener una contribución estable de 0,8 puntos al crecimiento del PIB tanto en 2025 como en 2026.
El comercio exterior, por su parte, debería mejorar gradualmente su contribución al crecimiento, pasando de -0,2 puntos en 2026 a 0,1 puntos en 2027.
El informe revela también que el déficit por cuenta corriente de la balanza de pagos debería pasar al 2,1% del PIB en 2025, al 2,4% en 2026 y luego reducirse al 2,2% en 2027, reflejando un reequilibrio progresivo de las operaciones corrientes con el resto del mundo.
“Estas previsiones atestiguan la resiliencia de la economía nacional, apuntalada por la dinámica del consumo final interno, las inversiones continuas y una mejora progresiva del comercio exterior”, estima la misma fuente.
