Rue20 Español / Rabat
En un clima político paralizado, donde la transparencia parece ser la última preocupación de las élites, Argelia ha presenciado unas elecciones presidenciales cuyo resultado era tan predecible como un amanecer.
Abdelmayid Tebboune ha sido reelegido, algo que no sorprende a quienes han seguido de cerca los mecanismos políticos del país.
En cuanto a las repercusiones de esta reelección en las relaciones internacionales de Argelia, especialmente con sus vecinos, no se espera ningún cambio notable, particularmente en lo que respecta a las relaciones argelino-marroquíes.
La rigidez del sistema político argelino, dominado por una doctrina militar profundamente arraigada, no permite maniobras diplomáticas audaces.
Aunque el presidente reelegido es la figura pública del Estado, sigue estando controlado por la maquinaria militar que ejerce el verdadero poder.