Rue20 Español/Rabat
Xavier Driencourt, exembajador francés en Argelia (2008-2012 y 2017-2020), ha solicitado la terminación del tratado de migración firmado entre Francia y Argelia en 1968.
El tratado franco-argelino de 1968 otorga preferencias en materia de residencia y trabajo a los ciudadanos argelinos. Este acuerdo fue establecido para llenar el vacío legal que surgió tras la independencia de Argelia en 1962, cuando Francia aún consideraba a Argelia como un territorio administrativo en lugar de una colonia.
Xavier Driencourt, exembajador francés en Argelia, reveló en una entrevista con Le Figaro que los acuerdos firmados en 2007 entre el exministro de Asuntos Exteriores francés, Bernard Kouchner, y su homólogo argelino, Mourad Medelci, eximen de visado a cualquier argelino o francés que posea un pasaporte diplomático.
Según Driencourt, el acuerdo recíproco es intrínsecamente injusto. Explicó que «los pasaportes diplomáticos están muy extendidos en Argelia, y hay pasaportes de por vida. Mientras que en el lado francés, sigue siendo muy limitado. Por ejemplo, cuando dejé Argel, devolví mi pasaporte diplomático al Ministerio de Asuntos Exteriores, mientras que todos los miembros de la clase dirigente argelina, diplomáticos, militares, políticos y sus familias, pueden venir a Francia sin visado para recibir tratamiento médico, gestionar sus negocios y sus asuntos financieros».
El diplomático francés sugirió al nuevo Primer Ministro francés que se hiciera cargo del asunto; y añadió: «Si queremos enviar una señal al régimen argelino, podemos empezar por revisar este acuerdo, y el Ministro de Asuntos Exteriores nombrado por Barnier puede dar marcha atrás sin necesidad de obtener la autorización del Presidente de la República».
Xavier Driencourt consideró que su propuesta no perjudicaría a los cincuenta diplomáticos franceses destinados en Argelia, mientras que sí afectaría al «estado profundo» argelino que se beneficia de todos estos privilegios.
