Rue20 Español/Tánger
El escándalo en torno a las elecciones en Argelia ha resonado a nivel global, alcanzando incluso a América del Sur. Un informe reciente de la Federación de Periodistas del Perú ha señalado que, en Argelia, las elecciones no son más que un protocolo formal, ya que el control real recae en los militares, quienes tienen la primera y última palabra en el proceso.
El informe subraya que, a pesar de la abrumadora reelección de Abdelmadjid Tebboune con un 94,65% de los votos, el verdadero poder en Argelia reside en los militares. Según el informe, los militares han «gobernado durante décadas con fantoches» a través de presidentes como Tebboune, quienes actúan más como marionetas que como líderes verdaderos.
La federación latinoamericana subrayó que menos de la mitad de los electores votaron, lo que pone en duda la legitimidad del proceso. Según el informe, esto no ha impedido que «la Autoridad Nacional Independiente de Elecciones se haya inmutado ante las acusaciones de la oposición sobre irregularidades o fraude, como las denuncias del principal partido islamista, MSP, que señaló presiones sobre los directores de colegios electorales para inflar los resultados».
En el informe, la Federación de Periodistas del Perú mencionó que las elecciones argelinas estuvieron marcadas por la limitación de libertades, arrestos arbitrarios y violaciones de derechos humanos.
«El gobierno de Tebboune sofocó los movimientos de protesta del Hirak, que exigían elecciones libres y el respeto a las libertades», afirmó la federación, arrojando luz sobre la política exterior de Argelia, «cada vez más aislada, con crecientes tensiones con Marruecos (con amenazas de guerra), rupturas diplomáticas con Francia y Japón, y el deterioro de relaciones con varios países africanos y árabes».
En conclusión, el informe reveló que Argelia apoya al Frente Polisario y utiliza a los retenidos saharauis en Tinduf como una pieza clave en su estrategia contra Marruecos para obtener una salida al Atlántico.