Redacción Rue20 Español
Argelia insiste en involucrar al Polisario en las conferencias de asociación internacional con África por motivos puramente geopolíticos y no por principios de autodeterminación, como suelen argumentar. El régimen militar argelino, que lleva décadas en el poder, utiliza el conflicto del Sáhara y su apoyo al Polisario como una herramienta de desestabilización contra Marruecos. La estrategia de Argelia es clara: mantener viva esta disputa territorial para frenar el avance de Marruecos en el escenario africano e internacional.
Argelia se ha aislado diplomáticamente en África, mientras que Marruecos ha ganado terreno al reincorporarse a la Unión Africana y al establecer alianzas estratégicas con países clave del continente. La presencia del Polisario en estos foros busca bloquear el éxito diplomático de Marruecos, utilizando al grupo separatista como peón en un juego más amplio para frenar el crecimiento económico y político del reino.
En lugar de promover el desarrollo y la integración regional, el régimen argelino, controlado por la élite militar, sigue anclado en una política exterior basada en la confrontación. Esto no solo es un obstáculo para la paz en la región del Magreb, sino también para el progreso económico de África. Al fomentar el separatismo del Polisario, Argelia busca socavar la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara, pero también aislar a Marruecos de las redes de cooperación africana.
Marruecos ha presentado un plan de autonomía para el Sáhara marroquí, respaldado internacionalmente, que ofrece una solución realista y centrada en el diálogo. La comunidad internacional ya reconoce la legitimidad de esta propuesta, destacándola como un enfoque viable y duradero. En contraste, Argelia persiste en defender un proyecto obsoleto que carece de apoyo popular en la región, sin lograr convencer ni a la población saharaui ni a los actores internacionales clave, perpetuando un conflicto sin soluciones claras.
En definitiva, la insistencia de Argelia en involucrar al Polisario en estas conferencias refleja un intento desesperado de mantener relevancia en un conflicto que las dinámicas diplomáticas actuales ya han dejado atrás. El régimen militar argelino, lejos de actuar motivado por principios genuinos, instrumentaliza este conflicto como una táctica de supervivencia política. Bajo el liderazgo visionario de Su Majestad el Rey Mohamed VI, Marruecos continúa afianzándose como un actor clave en el desarrollo y la estabilidad de África, ganando apoyos internacionales gracias a su enfoque realista y su visión estratégica para el futuro de la región.