Rue20 Español/Rabat
Abdelaali Hassani Cherif, candidato a las elecciones presidenciales en Argelia previstas para el 7 de septiembre, ha presentado su visión para la reanudación de las relaciones normales con Marruecos si es elegido.
Desde 2019, año en que Abdelmadjid Tebboune llegó al poder tras 20 años de «reinado» del clan Bouteflika y una profunda crisis de confianza entre el pueblo argelino y la institución militar, las relaciones entre Marruecos y Argelia se han deteriorado hasta la ruptura diplomática consumada en agosto de 2021 por iniciativa de Argel.
El régimen argelino, que multiplicaba las manifestaciones hostiles hacia Marruecos, encontró una oportunidad en la reanudación de las relaciones con Israel para justificar la ruptura de las relaciones diplomáticas, pocos días después de un nuevo gesto de acercamiento del Reino en favor de la reconciliación.
Desde entonces, el régimen argelino no ha dejado de utilizar a Israel como medio de presión y chantaje hacia Marruecos para condicionar una eventual reanudación de las relaciones argelino-marroquíes. En el contexto de las elecciones presidenciales anticipadas que se celebrarán el 7 de septiembre, el tema de Marruecos vuelve a ocupar un lugar destacado en los programas de los candidatos seleccionados por el poder.
El candidato del Movimiento de la Sociedad para la Paz (islamista), Abdelaali Hassani Cherif, abordó este tema en declaraciones a la prensa.
«Creo que la decisión de normalizar las relaciones con la entidad sionista es la causa directa de las tensiones en las relaciones argelino-marroquíes», declaró.
Según él, la decisión soberana de Marruecos de restablecer sus relaciones diplomáticas con Israel ha sido «una decisión que ha postergado cualquier voluntad de acercamiento entre los dos vecinos a pesar de la presencia de algunos contactos modestos».
Sin embargo, las relaciones entre los dos países ya estaban en su punto más bajo mucho antes de la decisión marroquí.
Por citar solo un ejemplo, las amenazas de guerra por parte de Argelia se hicieron eco en las declaraciones de los responsables militares, que calificaron a Marruecos de «enemigo», y se llevaron a cabo numerosos ejercicios militares de simulación de guerra del ejército argelino en las fronteras con Marruecos.
El candidato a la Mouradia explicó que el restablecimiento de la confianza entre Marruecos y Argelia solo sería posible poniendo fin a «la normalización (con Israel), haciendo frente a las nuevas ambiciones de los antiguos colonizadores de la región, poniendo fin al colonialismo y reconociendo el derecho de los pueblos a la autodeterminación».
En esta declaración, el candidato retoma las principales líneas directrices de la política exterior argelina hacia Marruecos, a saber, una posición que contraviene la soberanía de Marruecos sobre su Sáhara en favor de la creación de un microestado dirigido por una milicia separatista, utilizada como proxy por Argelia para apoderarse de las tierras del sur marroquí.
Abdelaali Hassani Cherif, como todo buen político argelino a sueldo del régimen, calificó a finales de agosto en su mitin electoral en Tlemcen a Marruecos de «Makhzen», como les gusta llamarlo a los antimarroquíes en Argelia.
«Nuestro problema es con el régimen del Makhzen que históricamente ha conspirado contra nosotros», afirmó, tergiversando la realidad histórica. Y añadió: «La alianza entre Marruecos y la entidad sionista constituye una amenaza para la seguridad de Argelia, debido a la presencia de la entidad sionista en las fronteras occidentales del país».
Sin embargo, en esta nueva salida mediática, el candidato ha querido mostrar una imagen más edulcorada de sus vehementes posiciones contra el Reino afirmando que su programa tendría como objetivo «consolidar las preferencias magrebíes, árabes, islámicas y africanas» y «construir áreas de cooperación según una base de beneficio mutuo» (un modelo que se parece como dos gotas de agua al modelo marroquí, ndlr).
