Rue20 Español/Agadir
La provincia de Chtouka-Aït Baha alberga una innovadora iniciativa hidráulica que redefine el suministro de agua en el Gran Agadir. La nueva planta desaladora de agua de mar, un ambicioso y estratégico proyecto, busca resolver los desafíos del estrés hídrico en la cuenca de Souss-Massa, garantizando agua potable de forma sostenible.
Con una inversión monumental de 4,41 mil millones de dirhams (MMDH), el proyecto se divide en 2,35 mil millones de dirhams para infraestructura de irrigación y 2,06 mil millones para distribución de agua potable. Esta infraestructura, un verdadero avance tecnológico, se posiciona como una respuesta audaz a la escasez de recursos hídricos, ofreciendo una alternativa eficaz a los métodos tradicionales de gestión del agua.
La planta está diseñada para producir agua desalada, que se distribuye equitativamente entre el agua potable y el agua destinada al riego. Gracias a este proceso, permite el riego de 15.000 hectáreas en la llanura de Chtouka, sustituyendo el agua subterránea por agua de mar, beneficiando así a unas 1.500 explotaciones agrícolas locales.
Este proyecto se enmarca en una estrategia más amplia para preservar el acuífero, al tiempo que responde a las crecientes necesidades de agua potable del Gran Agadir, ante la insuficiencia de los recursos convencionales disponibles.
Inaugurada en 2017, la planta es fruto de la estrecha colaboración entre el Ministerio de Agricultura, Pesca Marítima, Desarrollo Rural y Aguas y Bosques, la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable (ONEE) y diversos socios institucionales, profesionales y autoridades regionales.
Khalid Bel Ferda, responsable de explotación en la Dirección Regional del Sur de la ONEE, ha destacado que la planta, la primera de este tipo en África, desempeña un papel crucial en el suministro de agua potable a la región del Gran Agadir (Agadir Ida-Outanan e Inezgane Ait Melloul) y en el apoyo al riego en la región de Chtouka Ait Baha. Según él, la planta produce actualmente 275.000 m³ de agua al día, de los cuales 150.000 m³ se destinan al agua potable y 125.000 m³ al riego. La ONEE prevé una ampliación de la planta para aumentar su capacidad a 400.000 m³ al día en 2026.
Para hacer frente a los desafíos del abastecimiento de agua, en línea con las Altas Directrices Reales, se ha puesto en marcha un conjunto de proyectos estratégicos en el marco del Programa Nacional de Abastecimiento de Agua Potable y de Riego (PNAEPI).
Este programa, cuya ejecución está prevista entre 2020 y 2027 con un presupuesto inicial de 115 MMDH, incluye la construcción de 9 nuevas plantas desaladoras de agua de mar, con una capacidad total de 202 millones de m³ anuales, para garantizar el abastecimiento de agua potable a ciudades como Agadir, Safi, El Yadida, Alhucemas y El Aaiún.
Paralelamente, se han iniciado las obras de otras 6 plantas desaladoras, que suman una capacidad de 360 millones de m³ anuales, principalmente para las ciudades de Casablanca, Marrakech, Sidi Ifni, Dajla, Settat, Berrechid, Juribga, Ben Guerir y Youssoufia.
Además, un ambicioso programa prevé la construcción de 8 nuevas plantas desaladoras con una capacidad global superior a 1.130 millones de m³ anuales. Este programa pretende asegurar el abastecimiento de agua potable y agrícola en las regiones y provincias de Oriental, Souss-Massa, Tánger, Rabat, Guelmim, Tan-Tan, Boujdour y Tarfaya.
Cabe recordar que en Casablanca, debido a la escasez de agua, se está ultimando una conexión al agua desalada de la Oficina Cherifiana de Fosfatos (OCP).
«El wali de la región está llevando a cabo un trabajo colosal para completar esta conexión desde El Jadida. Las obras están al 90% terminadas, y esperamos conectar la zona sur de Casablanca al agua desalada en septiembre», ha declarado Nabila Rmili, alcaldesa de Casablanca.
Así, las obras de ampliación y desarrollo en curso permitirán aumentar la capacidad de desalación de agua de mar de la planta de Jorf Lasfar para abastecer a la zona sur de Casablanca con 60 Mm3/año a partir de finales de septiembre.
Paralelamente, la presidenta del Consejo Municipal ha hecho un llamamiento a los habitantes de Casablanca para que adopten un consumo de agua más racional. «Tenemos que utilizar el agua de forma responsable. No dejéis los grifos abiertos innecesariamente. Nuestras reservas actuales deberían ser suficientes hasta que llegue el agua desalada dentro de un mes o dos», ha insistido.
Rmili también ha recordado la importancia de reducir el desperdicio de agua, señalando que «es hora de entender que el agua no es un recurso inagotable. Lo que tenemos debería permitirnos pasar los próximos meses sin cortes de agua, pero esto requiere la colaboración de todos». También ha señalado que el consumo de agua alcanza su punto máximo durante el verano, especialmente en julio, agosto y septiembre, meses especialmente críticos.
