Rue20 Español/Rabat
Argelia pidió al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, durante su última sesión, que interviniese para detener las «actividades de los mercenarios» en el norte de Malí y cerca de su frontera sur, después de que un ataque con drones dejara más de 20 muertos, en su mayoría civiles.
Informes internacionales señalan que Argelia insinuó, durante la intervención de su representante en la ONU, a los mercenarios del grupo Wagner ruso, que se encuentran actualmente en Malí para apoyar las intervenciones militares del ejército liderado por el gobernante del país, Assimi Goita, contra los que el régimen maliense califica de «terroristas» en el norte del país.
Argelia pidió que se rindiera cuentas a los responsables de la muerte de civiles en el norte de Malí, mientras que la televisión estatal de Bamako afirma que el ataque tenía como objetivo a «terroristas» que reclaman la independencia, dado que un movimiento separatista activo en el norte de Malí pertenece al Azawad.
Los mismos informes señalan que Argelia, a pesar de las ‘buenas’ relaciones que mantiene con Rusia, está abriendo la puerta a una crisis en las relaciones bilaterales entre ambas partes con sus acusaciones veladas contra el grupo Wagner ruso; especialmente porque Rusia desea expandirse y encontrar un punto de apoyo en varios países africanos.
Según las mismas fuentes, si no hay una «crisis silenciosa» entre Argelia y Moscú, el enfrentamiento entre ambas podría producirse tarde o temprano, dados los acontecimientos en la región del Sahel, tanto en Malí como en Libia, donde Argelia se siente preocupada por los movimientos del mariscal de campo Khalifa Haftar y sus fuerzas respaldadas por Rusia.
En cuanto a las relaciones entre Malí y Argelia, éstas se encuentran en crisis desde el año pasado, cuando Malí decidió poner fin al acuerdo de paz que la une a los movimientos separatistas del norte del país, acuerdo que fue mediado por Argelia. Bamako pidió a Argelia que no interfiriera en sus asuntos internos.
Malí acusa a Argelia de apoyar a los que llama «movimientos terroristas» en el norte del país, especialmente porque Argelia ya ha acogido a algunos líderes del movimiento Azawad.
Además, la reciente intervención de Argelia en el Consejo de Seguridad de la ONU abre la puerta a una mayor complejidad en las relaciones bilaterales.
Según varios informes internacionales, las acciones y declaraciones de Argelia en el Consejo de Seguridad indican que existe preocupación en Argelia por la tensión en la región del Sahel y la llegada de las consecuencias de esas tensiones a su territorio, especialmente porque Argelia comparte una larga frontera geográfica con varios países de la región, como Malí, Níger y Libia.
Una de las consecuencias que teme es el estallido de la situación que provoque grandes migraciones de la población, lo que abriría la puerta a una crisis migratoria en Argelia, especialmente porque ya está sufriendo en este aspecto con Níger, donde recientemente expulsó a miles de inmigrantes procedentes de Níger y los devolvió a su país, en circunstancias que le valieron amplias críticas internacionales.