Rue20 Español/Rabat
En el siempre exigente universo del Real Madrid, donde el talento abunda y la competencia es feroz, emergen con fuerza tres nombres que hasta hace poco estaban marginados: Brahim Díaz, Endrick y Güler. Estos jugadores, que en algún momento fueron considerados secundarios, ahora están llamando con fuerza a las puertas del primer equipo, demostrando que su inclusión en la “EGB” no es casualidad, sino el fruto de un trabajo incansable y una calidad innegable.
Brahim ha vuelto al Real Madrid con la determinación de hacerse un hueco en el once titular, y lo ha hecho renunciando incluso a los Juegos Olímpicos para estar presente desde el primer minuto de la temporada 2024-25. Su reciente actuación frente al Valladolid es prueba de su compromiso y calidad, donde, tal como lo señala Carlos Forjanes en el diario deportivo español AS, su gol recordó a aquel que le hizo al Atlético en la Supercopa de España: “Uno de futbolista espabilado para encontrar la espalda del contrincante, físicamente impecable y listo para producir en tiempos cortos”.
En un equipo donde los nombres de Vinicius, Mbappé y Rodrygo parecen estar grabados en piedra, Brahim no se amedrenta. Al contrario, irradia confianza y deseo de triunfar. En apenas 2.637 minutos como madridista, ha participado directamente en 28 goles, lo que equivale a una intervención cada 94 minutos. Estas cifras hablan de un jugador que no solo aporta, sino que sabe cuándo y cómo hacer la diferencia.
La “EGB”, compuesta por Endrick, Güler y Brahim, es la nueva sensación en Valdebebas. Este trío, lejos de ser simple recambio, se perfila como una alternativa real y peligrosa para cualquier rival. Brahim, en particular, ha mostrado una versatilidad que lo convierte en un activo vital para Carlo Ancelotti. Su capacidad para encontrar los espacios, su velocidad para sorprender a las defensas rivales y su precisión en los metros finales lo hacen una pieza clave en esta nueva generación del Madrid.
Brahim no solo está representando a su club con honor, sino también a su país. El fútbol marroquí, en constante crecimiento y con figuras que emergen en las principales ligas europeas, ve en Brahim a uno de sus máximos exponentes. Su talento y dedicación están llevando el nombre de Marruecos a lo más alto, y su desempeño en el Real Madrid es seguido con orgullo y admiración en su país de origen.
Aunque la competencia es dura y los titulares parecen inamovibles, Brahim ha demostrado que tiene todo lo necesario para desafiar el statu quo. Con su gol ante el Valladolid, envió un mensaje claro: está listo para cualquier desafío, y no se conformará con ser un actor secundario.
Carlo Ancelotti, consciente del potencial que tiene en su banquillo, tendrá que gestionar de manera inteligente este bendito problema. Pero si algo está claro, es que Brahim Díaz, con su talento y determinación, está dispuesto a hacer todo lo necesario para ser una pieza clave en la maquinaria blanca.
“La EGB ha llegado para quedarse, y Brahim Díaz está dispuesto a liderarla”. El futuro es brillante, y el madridismo puede estar tranquilo: en Brahim, tiene a un jugador que está listo para marcar una era.
