Rue20 Español/El Aaiún
Las autoridades argelinas expulsaron, del 1 al 12 de agosto, a 2.075 migrantes a la frontera con Níger. Con una brutalidad inaudita, las operaciones de expulsión se llevaron a cabo en condiciones inhumanas, abandonando a estas personas a su suerte en una región desértica.
El régimen de Argel llevó a cabo, del 1 al 12 de agosto, una ola de expulsiones de 2.075 migrantes a Níger, dejándoles a unos quince kilómetros de la ciudad desértica de Essamaka, donde se encuentra un centro de tránsito gestionado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
La lejanía de esta zona ha dificultado la recopilación de información, retrasando así la toma de conciencia de esta crisis, según Radio Francia Internacional (RFI).
La información reportada por el medio francés revela las gravísimas prácticas instauradas por la política migratoria argelina, marcadas por un desprecio flagrante a las consideraciones humanitarias más básicas y la ausencia flagrante de todo respeto a la dignidad de las personas.
Las expulsiones de migrantes a Níger, en condiciones de extrema pobreza, están lejos de ser un hecho aislado. Aziz Chehou, coordinador de Alarme Phone Sahara (APS), un colectivo asociativo que ayuda a los migrantes en el espacio sahelo-sahariano y en Europa, denuncia, por el contrario, una práctica recurrente.
«Una vez realizadas las redadas, las fuerzas del orden argelinas despojan a los migrantes de todos sus bienes materiales y financieros y los expulsan en la más absoluta indigencia».
Más que un simple maltrato, estas prácticas constituyen una auténtica deshumanización de las personas afectadas.
«Las declaraciones de todos los migrantes que hemos entrevistado demuestran que una vez en manos de las fuerzas del orden argelinas, son sistemáticamente deshumanizados, ya sean hombres o mujeres, ancianos o niños. Incluso hay casos de separación de niños de sus padres, de separación de cónyuges», añade Aziz Chehou.
La magnitud de esta crisis es inédita y el número de expulsiones similares llevadas a cabo por el régimen argelino es alarmante.
«De enero a hoy, estamos en torno a las 25.000 personas expulsadas a suelo nigerino, de todos los orígenes», concluye el coordinador de APS.