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El Abbas Tahri Joutey Hassani
Desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio en 2006, Marruecos se ha consolidado como un socio comercial estratégico para Estados Unidos, particularmente en el ámbito agrícola. En 2023, las exportaciones estadounidenses a Marruecos superaron los 619 millones de dólares.
La firma del acuerdo de libre comercio en 2006 entre Marruecos y Estados Unidos dio lugar a una próspera relación comercial, cimentada en una cooperación estratégica que sitúa a Marruecos en el centro de los intercambios agrícolas entre ambas naciones.
Esta alianza no sólo ha multiplicado el volumen del comercio, sino que también ha ampliado los horizontes del comercio agrícola estadounidense en África.
De hecho, en 2023, las exportaciones estadounidenses a Marruecos superaron los 619 millones de dólares, lo que convierte al Reino en el segundo mercado africano más importante para los productos agrícolas estadounidenses, con una cuota de mercado del 16%.
Esta estrecha cooperación refleja la confianza mutua entre ambas naciones, dando lugar a una amplia gama de productos estadounidenses en Marruecos. Entre los más populares se encuentran la carne de vacuno, las almendras, las nueces, los pistachos y diversas semillas. La carne de vacuno estadounidense, a pesar de un arancel preferencial del 0%, solo ha acaparado el 3% de las importaciones marroquíes, que ascienden a 36,3 millones de dólares. Sin embargo, la calidad y la diversidad de los frutos secos estadounidenses han sido bien recibidas, acaparando el 59% del mercado marroquí, con un total de 252,2 millones de dólares en importaciones.
Esto ilustra el potencial de algunos productos estadounidenses para establecerse firmemente en Marruecos y reforzar la presencia estadounidense.
Las semillas estadounidenses, aunque todavía modestas con una cuota del 3% en las importaciones marroquíes de 138,8 millones de dólares, revelan una oportunidad creciente. Las iniciativas que introducen nuevas semillas tienen como objetivo diversificar la producción agrícola marroquí, especialmente en el sector de la patata, tradicionalmente dominado por la Unión Europea.
Esta diversificación puede conducir a una mayor autosuficiencia para Marruecos y estimular su capacidad de exportación al resto de África y más allá.
La dinámica del mercado marroquí no se limita a las cifras; encarna una colaboración más amplia que va más allá del mero comercio. Marruecos, con su estratégica posición geográfica en la encrucijada de Europa, África y Oriente Medio, puede actuar como un centro de tránsito para los productos agroalimentarios estadounidenses destinados a diversos mercados regionales.
Este potencial de Marruecos para convertirse en un centro logístico para África y más allá podría resultar ventajoso tanto para los agricultores marroquíes como para los exportadores estadounidenses.
También es importante destacar el papel de Marruecos en la modernización agrícola. Gracias a esta asociación, el país tiene la oportunidad de beneficiarse de la experiencia y las tecnologías agrícolas estadounidenses de vanguardia, fomentando así un desarrollo agrícola sostenible.
Esta colaboración no sólo ayuda a reforzar la seguridad alimentaria en Marruecos, sino que también promueve prácticas agrícolas sostenibles que podrían servir de modelo para otros países africanos.
La asociación entre Marruecos y Estados Unidos en el sector agrícola es a la vez un vínculo económico y estratégicamente significativo, que aporta beneficios compartidos y refuerza el estatus de Marruecos como socio comercial clave en África.
Esta cooperación sigue evolucionando, abriendo nuevas oportunidades para la agroindustria al tiempo que consolida unas relaciones bilaterales sólidas y duraderas.
Estas relaciones van más allá de las meras transacciones para anclarse en una visión común del desarrollo agrícola, una dinámica que podría extenderse a otros sectores económicos e impulsar así la cooperación estadounidense-marroquí hacia nuevas cotas.
